¿Dime por qué estás llorando?

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Lee Minho estaba esperando en la sala, esa noche el jefe de la organización criminal más grande de Seúl llegaría a su cabaña de lujo, le había informado que deseaba proponerle un negocio y que de eso dependían muchas cosas. Eso le atrasaba su asunto con su hermano y Hoseok, pero valía la pena, no llamaría a los Kim pues les dejaría que sufrieran más. Su organización transportaba drogas y armas al mejor postor, pero la de aquel hombre era más allá de todo. 

Yoo Jae-Myung era un hombre de setenta años que siempre había ejercido su poder con mano de hierro, se le conocía por no perdonar un solo desliz, no tenía hijos pues la única que había tenido había muerto en un ataque de la mafia rival. 

─ Señor, él ha llegado, pero sus acompañantes le van a sorprender. 

─ ¿Por qué?

─ Usted los conoce, son...

La puerta se abrió, dos hombres de negro entraron revisando toda la sala, Lee no pudo decir nada más  Yoo Jae-Myung  era demasiado precavido, luego entró un hombre de unos treinta años vestido de negro con guantes y un abrigo negro sostenido en sus hombros. Este sonrió y observó a Lee. ─ Nuestros hombres están revisando el lugar, al parecer todo es seguro para nosotros, sin embargo necesito saber si estás dispuesto a estar abierto a esta negociación. 

─ ¿Quién eres tú?

─ ¿Yo? Soy Kim Tae-Pyung el sucesor del amo Yoo. 

─ Estoy dispuesto a negociar. 

─ Bien.─ Hizo un gesto a uno de sus hombres y este salió para buscar a su jefe, Lee observaba la elegancia de aquel hombre y su porte, el cual le decía la gran fuerza que poseía. Pese a ser dos centímetros más bajo podía ver su fortaleza. 

Cuando Yoo Jae-Myung entró, Minho se quedó mudo pues a su lado estaban vestidos de negro como dos pequeños mafiosos los hijos de Hoseok. Jimin y Dongpyo se sentaron en el comedor y subieron las piernas en la mesa, Jae-Myung  se sentó al lado de aquellos chicos y le hizo señal a Lee de sentarse. Este no pudo decir que no, pues los tres hombres tras Yoo estaban armados y SeoJoon no podía defenderlo solo. 

─ ¿Qué está pasando?

─ ¡Cierra la boca idiota!─ dijo Jimin y luego prosiguió. ─Cuando uno de mis amigos se crea enemigos, yo los convierto en mis enemigos. Y a ese le temen. ─dijo citando a la película de El Padrino.

─ Así mismo, papanatas. Además, le haré una oferta que no podrá rechazar. 

─ Dejen de citar a esa película y dejen que el Amo se encargue. ─ les dijo Tae-Pyung. Los dos chicos chasquearon su dientes y se sentaron correctamente. ─ Amo.

─ Sí, Lee Minho, me agrada mucho tu decisión para conseguir lo que deseas. Vengaste a tu madre al asesinar al escolta que ayudó a Taemin, bueno más bien el que le dejó escapar y asesinara a esa pobre mujer. Pero bueno, admiro tu capacidad para tomar las peores decisiones en pro de tus objetivos. ─ Lee estaba a la expectativa, no entendía qué relación había entre aquel hombre y los hijos de Kim. ─ Sin embargo, esta vez cometiste el peor error de tu vida...

─ ¿Qué hacen estos chicos a su lado?

El sonido de un arma cargándose hizo que SeoJoon y Lee se tensaran, dos hombres más entraron llevando a uno de los hombres de Lee hecho un desastre. ─ El amo Yoo no ha terminado, así que más te vale que estés en silencio. 

─ Sí, cierra la boca puto. ─ dijo Jimin señalando a Lee. Pero la mirada de Tae-Pyung le hizo callar. 

─ Decía antes de que hablaras estúpidamente, cometiste el error de meterte en el camino de mi nieto, a quien perdí y que deseaba que viviera feliz lejos de la mafia. Te atreviste a tocar a alguien de mi sangre, eso se paga muy caro. Woo, ve por mi nieto ahora mismo. ─ Uno de los hombres se dirigió a las habitaciones, cuando Seo se puso en frente de él para impedirle el paso, este se movió con agilidad y le dio un gancho en el costado provocando que Seo cayera. 

Dime ¿por qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora