No sé vivir sin ti.

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Dongpyo y Jimin veían a sus hermanos de mentira, habían irrumpido a su habitación reclamando por el castigo que habían provocado los menores, Jungkook tenía Jimin  arrinconado contra la cama mientras Dongpyo era detenido por Junhyuk. Los cuatro sentían atracción, Pero Jimin y Dongpyo no soportaban el hecho de que ellos tuviesen a su padre por diez años y no estuviese con ellos.

— ¡Suéltame cara de lémur! Si no lo haces vas a conocer mi lado no adorable.

— Escúchalo, Jun. Hasta ahora no hemos visto nada tierno de ustedes, son los malditos demonios. — dijo Jungkook sonriendo mientras veía a Jimin bajo su cuerpo.

— Pues estás tomando un buen riesgo hijo de puto.

— Jimin,  no te dejes... ¡Suéltame pedazo de idiota!

Junhyuk le cubrió la boca y Dongpyo se removió, Pero su captor era más grande que él y no le daba oportunidad, vio a Jimin y este hizo un dos con sus dedos. Dongpyo sonrió y se dejó de mover bruscamente, frotó su trasero en la pelvis de Junhyuk y le vio con unos ojos cristalinos. El mayor tragó en seco al ver aquel rostro, Jimin vio a Jungkook y se mordió el labio inferior.

— Su... Suéltame... Kook. — dijo en un tono que envió miles de alerta a los sentidos de Jungkook, Jimin. Se movía frotando sus piernas y el sonrojó en sus mejillas se hizo más intenso. — Oniisan me estás lastimando... Por favor...

Jungkook tragó en seco viendo aquella imagen del pequeño chico tan sensual hablándole en aquel tono tan sugerente.

— Jun... Me duelen mis manitos. — dijo Dongpyo. Los dos hermanos soltaron su agarre y en ese instante Jimin y Dongpyo les dieron un golpe en la entrepierna haciéndolos alejarse de ellos.

— Son un demonio. — dijo Junhyuk. Dongpyo se acercó a la ventana y abrió dejando ver la casa del árbol donde estaba Ace.

— Ace, ataca. — dijo Dongpyo sonriendo y el can atacó haciendo correr a los dos chicos lejos de la habitación. Ace les siguió hasta que estos se encerraron en sus respectivas habitaciones. Dongpyo se lanzó a la cama con Jimin y este le abrazó. — Jimin, me alegra que papá esté con nosotros... ¿Crees que se quede para siempre?

—No pienses en un para siempre, Dong... Solo disfruta del momento que tenemos.  — dijo Jimin acariciando la cabeza de su hermano. — Si él... Si él llegara a irse no pasará nada porque me tienes a mi, a papá Hoseok, al tío Mackenyu y al tío Jin... No pasó nada en esos diez años. 

— Jimin... Creo que me gusta Junhyuk...

— Creo que cometeremos incesto a este paso... Porque estoy perdido por esa sonrisa de conejo y esos ojos de Bambi. 

 Los dos durmieron en la cama de Jimin y Ace a sus pies dormía plácidamente. Al amanecer Hoseok y Taehyung despertaron abrazados, se acariciaron y sintieron que estaban completos, sintieron que podían volver a empezar la vida que habían planeado hace dieciséis años. Cuando se levantaron Taehyung decidió ir a despertar a sus adorados bebés, entró y se quedó frío cuando vio a Ace gruñéndole y mostrando aquellos colmillos. 

Jungkook y Junhyuk iban por la venganza, pero al entrar su padre les detuvo quedando los tres tan quietos pues aquel animal parecía rabioso y apunto de saltarles encima. Jun intentó dar un paso hacia atrás, pero gruñó con más rabia. — Perrito...— dijo Taehyung, pero Ace hizo un ruido más fuerte a punto de lanzarse sobre ellos.

— Te lo dije viejo... Son el demonio y ese es cancerbero cuidando las puertas del Averno. 

—  ¡Cierra el pico, Kook! Mis ángeles son puros... Solo mir...—  No pudo continuar pues al señalarlo Ace mostró más su dentadura y sus gruñidos parecían los de una bestia infernal. 

Dime ¿por qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora