Recuerda que me amas.

11| Pensamientos extraños

Capítulo 11

Nervioso era un adjetivo que podría haber sido usado para que Taehyung describiera cómo se sentía mientras acercaba su dedo al timbre de la casa de Jungkook, pero se quedaría bastante corto.

Su pulso iba a mil y su respiración estaba acelerada como si hubiera corrido un maratón.

Rara vez se ponía nervioso ya que él mismo se consideraba una persona extrovertida con gran habilidad para hablar con gente nueva, pero no sabía si era solo el nerviosismo típico de conocer por primera vez (formalmente) a los padres de su pareja (que no recordaba ser su pareja) o si estaba sufriendo un ataque de pánico. Pero fuera cual fuera de las dos, no tenía tiempo para eso; no cuando la puerta ya se estaba abriendo.

Miles de pensamientos rebotaban en la mente de Taehyung, saturándolo con su atuendo, su aroma, su cabello y un millón cosas más, pero pasaron a segundo plano cuando la puerta se abrió por completo y su mirada se conectó con la de esos ojos cafés que tanto le encantaban y extrañaba.

Desde el umbral de la puerta, Jungkook le sonreía con una inusual timidez, pero ciertamente feliz de verlo, porque claro, ¿quién no estaría feliz de ver a Taehyung?

—Hola, ¿llegué muy temprano? —fue lo primero que dijo Taehyung, soltando una risilla nerviosa. No había comprobado la hora en su celular, pero era consciente de que había salido de su casa por lo menos una hora antes de lo planeado gracias a su ansiedad.

—Para nada, llegas justo a tiempo —respondió Jungkook, no pudiendo evitar observarlo de pies a cabeza sin mucho disimulo. Taehyung era un chico muy guapo, de eso nadie podía diferir, pero esa noche lucía mil veces más guapo de lo normal, justo como la vez que habían ido juntos al cine. ¿Acaso se había vestido así de bien solo por una cena en su casa? Casi quiso correr a su habitación y cambiarse de ropa —. De hecho pensé que no vendrías por lo que te dije más temprano.

—No te voy a mentir, estoy muy asustado —dijo Taehyung fingiendo tener escalofríos, siguiendo la broma —. Pero hubiera sido muy grosero de mi parte no venir y dejar esperando a tus padres y al señor que se aparece en tu casa, ¿no lo crees?

—Bastante grosero, diría yo —rió con diversión Jungkook, haciéndose a un lado para dejarlo entrar, apenas notando la caja blanca que sostenía por el asa en su mano izquierda —. Pero gracias a que viniste tal vez hoy no me asuste cuando me levante al baño en la madrugada —se encogió de hombros al tiempo que cerraba la puerta detrás de ellos.

—En ese caso, ¿debería venir más seguido? —preguntó el castaño mirando a Jungkook de una forma que éste no supo cómo interpretar. Era como si intentara decirle algo a través de su profunda mirada y su sonrisa ladina, pero no terminaba de comprender qué; aunque eso no evitó que una pequeña ola de calor recorriera su estómago y parte de su pecho —. Digo, así el Señor Fantasma no te asusta —añadió luego de unos segundos, regresando al pelinegro a la realidad.

—Primero veamos si le agradas al Señor Fantasta —rió Jungkook apartando brevemente la mirada, comenzando a atravesar el jardín con Taehyung detrás de él mientras sentía que la sangre se agolpaba en sus mejillas.

¿Por qué tuvo pensamientos tan raros de repente? No era la primera vez que Taehyung lo miraba o le sonreía de esa forma, pero él lo estaba tomando como si hubiera sido algo muy grande y relevante. Dios mío, solo habló de ir seguido a su casa y pasar tiempo juntos, cosa que hacen los amigos normalmente. Tenía que regresar a sus cabales ya o si no provocaría que el ambiente se tornara extraño entre ambos.

El castaño por su parte se cuestionaba si no había sido una sugerencia rara la que le había hecho, porque claro, era algo normal entre "amigos", pero no sabía si de alguna forma Jungkook se había sentido presionado al escucharlo y por eso le había dado una respuesta tan vaga. Aunque bueno, ya no tenía caso darle vueltas al asunto, ya lo había dicho y no podía hacer nada al respecto.