Capítulo 7
La pantalla se puso negra y los créditos comenzaron a mostrarse, fue solo entonces cuando quiso levantarse que Jungkook se dio cuenta de que aún tenía su mano entrelazada con la de Taehyung.
—La película terminó. Ya puedes, uhm, soltar mi mano.
—¿Ya no tienes miedo? —preguntó Taehyung sin soltarlo del todo, alzando una ceja en su dirección mientras lo miraba con sus profundos ojos de una forma que Jungkook no supo interpretar. La verdad era que Taehyung no quería soltarlo todavía.
—No —respondió Jungkook —. Estoy bien. Así que si pudieras...
—Oh, claro.
Tan pronto como su mano estuvo libre de nuevo, Jungkook no pudo evitar sentir un pinchazo en su pecho y un vacío en su estómago. ¿Tan bien se había sentido tener su mano entrelazada a la de Taehyung? Bueno, era bastante cálida y sí, en definitiva se había sentido bien. ¿Era raro que pensara que se sentía bien tomarse de la mano con un amigo?
Miró por el rabillo del ojo a Taehyung, que ya comenzaba a levantarse de su asiento.
—¿Nos vamos? Parece que somos los últimos en la sala —dijo con una media sonrisa ladeada, mirando a su alrededor.
Jungkook simplemente asintió como respuesta, imitando su acción y levantándose de su asiento para comenzar a caminar hacia la salida de la sala. Una vez fuera de la sala el ambiente entre ambos se sentía incómodo de cierta forma, o por lo menos así lo percibía Jungkook, pues Taehyung no estaba tan hablador como de costumbre. Parecía estar de alguna forma pensativo, como si tuviera la mente en otro lado.
Jungkook estuvo a punto de preguntarle si se encontraba bien cuando Taehyung se giró a mirarlo con una expresión un poco más animada.
—De repente me entró antojo de comida mexicana. ¿Qué dices? ¿Tienes tiempo para unos cuantos antojitos mexicanos?
—Siempre tengo tiempo para la comida —sonrió Jungkook, decidiendo no preguntar nada relacionado a lo que había visto hace unos segundos, probablemente no era nada.
—Cuando me dijiste que tenías antojo de comida mexicana pensé que iríamos a un restaurante, no a comprar los ingredientes para que cocines.
—Bueno, es temprano aún y mi hermana me enseñó un par de recetas cuando regresó de su viaje a México —respondió Taehyung sin prestar mucha atención al mismo tiempo que se decidía entre dos jitomates —. ¿Podrías ayudarme a escoger cuatro zanahorias y una cebolla morada? Ya es lo último que falta. Oh, y una bolsa de limones.
—Claro, ya lo traigo —dijo Jungkook antes de caminar hasta donde se exhibían esas verduras, regresando poco después con lo solicitado entre sus manos.
—Pon todo aquí —dijo Taehyung señalando la esquina del carrito donde se encontraba la demás verdura para no aplastarse.
—¿Seguro que ya no falta nada? —preguntó Jungkook mirando lo que había en el carrito. Parecía que por lo menos veinte personas iban a cenar esa noche con todo lo que llevaban.
Taehyung miró de igual manera los ingredientes que estaban en el carrito, repasando la enorme lista que tenía en su mente para ver si no se le había olvidado algo. Llevaba la harina de maíz nixtamalizado, la pechuga de pollo para cocer, la verdura, las especias, la crema, el queso, los frijoles, el aceite... y no, no había olvidado nada, afortunadamente.
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Recuerda que me amas.
Fiksi PenggemarDe un momento a otro la vida de Jungkook había cambiado, comenzando con que no recordaba absolutamente nada y terminando con una chica a la que no amaba. ¿Podrá un chico recordarle lo que es sentir el corazón a punto de explotarle de amor? «Por fa...