2 | Romper el hielo

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Capítulo 2




Cuando Jungkook regresó a la universidad, un par de días después de haber salido del hospital, todos en la facultad hablaban de ello.

Era el tema del día y cada quién tenía algo que decir al respecto. La mayoría estaba feliz de que regresara, mientras que a otros tantos les daba igual y simplemente escuchaban los comentarios de los demás. Jungkook, por su parte, se sentía más que nada observado. Todas las miradas estaban encima de él y a pesar de que no le desagradaba del todo, tampoco le resultaba cómodo.

—¿Feliz de regresar? —escuchó que alguien preguntó detrás de él en el pasillo. Era Eun Ha, la misma hermosa chica que lo había estado visitando durante las últimas semanas.

Las cosas entre ellos aún estaban algo incómodas, pero Jungkook ya comenzaba a asimilar que ella era parte de su vida y no podía evitarla.

—Algo así —respondió Jungkook con simpleza, dando una mirada fugaz a su mano izquierda.

Para su alivio, no se encontraba el hermoso anillo de compromiso que siempre brillaba en su dedo anular cada vez que había ido a visitarlo. Jungkook no se lo había dicho directamente, pero cada vez que lo miraba sentía como si una soga se cerrara sobre su cuello.

Eun Ha se percató de la peculiar mirada de Jungkook.

—Pensé que te incomodaría si lo usaba aquí —le dijo ella con una media sonrisa nerviosa, cubriéndose la mano izquierda con la derecha por acto reflejo. Mentiría si dijera que no le dolía tener que suprimir sus sentimientos por el chico que consideraba el amor de su vida.

Jungkook no supo muy bien qué responder, así que optó por cambiar de tema, buscando aligerar el ambiente.

—Y... ¿qué clase tienes ahora? —le preguntó.

—Urbanismo —respondió ella, haciendo una mueca que gritaba que no tenía ganas de entrar pero aún así debía hacerlo —. Y tú tienes análisis crítico de la arquitectura y el arte. Vamos, te acompañaré al salón para que no te pierdas.

—Gracias —dijo Jungkook y ambos caminaron al lado del otro por una serie de pasillos hasta que llegaron al edificio H, donde subieron las escaleras y caminaron hasta quedar afuera de un aula que tenía un pequeño cartel en el que se leía "H2".

—Bueno, aquí es —dijo Eun Ha echando un fugaz vistazo al interior del salón, donde apenas estaban tomando asiento algunos estudiantes —. Vendré por ti cuando termine la clase para llevarte al próximo salón.

—Oh, no. No te preocupes por mí —respondió Jungkook rápidamente, arrepintiéndose al instante por rechazar así la amable oferta de la chica —. Yo, uhm, quiero decir... me gustaría descubrir ciertas cosas por mí mismo, ya sabes, para que mi memoria comience a trabajar y eso... aunque de verdad aprecio que te tomes la molestia de ayudar y...

—No es ninguna molestia —interrumpió Eun Ha mirándolo con cierta decepción brillando en sus ojos. Comenzaba a pensar que ella era la molestia a la que Jungkook se refería.

Y dolía. Vaya que dolía.

—Realmente pienso que lo mejor sería que comience a hacer cosas por mi cuenta —prosiguió Jungkook —. Si me pierdo puedo preguntarle a alguien, así que no te preocupes tanto por mí, ¿sí? Estaré bien.

Eun Ha asintió muy a su pesar. Lo entendía, por supuesto que lo hacía. Sabía que para él era bastante frustrante el hecho de haber perdido la memoria y lo último que quería era obligarlo a que la amase de nuevo de la noche a la mañana. El amor no funcionaba así. Por eso no quería presionarlo más de lo que ya lo estaba haciendo. Le prometió que no le pediría nada más aparte de intentar conocerse de nuevo y estaba dispuesta a apegarse a esa promesa pasara lo que pasara. Ella podía esperar y amar lo suficiente por ambos en lo que Jungkook recuperaba la memoria, de eso estaba segura.

Recuerda que me amas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora