Capitulo I

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Nota inicial

Hola! La historia sigue una trama similar a la sería de Hawkeye. Diferencias importantes: Natasha está viva (en mi universo paralelo Bucky se sacrificó en su lugar) y Yelena ahora es aprendiz de su hermana. Espero disfruten la historia. (Para mis seguidores: se que están esperando actualizaciones de mis otras historias, no las he olvidado, solo necesito algo de tiempo para releer y darles una buena continuación.)

Besos!

Capítulo I: Una misión más

P.O.V Yelena Belova

- Me dirijo al área noreste.- murmuró la rubia entre dientes mientras caminaba despacio, mirando de reojo al camarero que cargaba una charola con copas de vino blanco. - ...llevamos treinta minutos en este lugar y aún no he visto una copa de vodka.

Se escuchó una risa ligera del otro lado del intercomunicador.

- El vodka es demasiado fuerte para ellos.- comentó su hermana. - ...tengo al objetivo en mi perímetro.

Yelena se giró 180 grados, intentando capturar aunque fuese un destello del objetivo, pero Natasha se encontraba en el primer piso, al otro lado del salón. Aquella era su primera misión como aprendiz de la viuda negra, título que muy en el fondo le hacía sentir orgullosa. La pelirroja había sido su modelo a seguir desde que eran pequeñas; aún hoy día, inconscientemente, copiaba sus actitudes y frases. Por supuesto, luego de haber derrotado la Habitación Roja, la rubia jamás pensó que terminaría uniéndose a los Vengadores...mucho menos imaginó que estos le aceptarían.

- Tu...- habló llamando la atención de una mesera. La mujer de cabello castaño se acercó sin borrar su sonrisa amable, permitiéndole sujetar una copa de vino antes de señalarle con un movimiento de mano que se alejase.

- No bebemos alcohol durante las misiones.- le regañó Natasha.

- Es solo un sorbo; esto es alcohol para niños. - murmuró la rubia llevándose la copa a los labios, su mirada verde escaneando el salón en silencio.

En el momento que Fury les asignó aquel objetivo, Yelena se había enfocado en memorizar cada detalle de la vida de aquella mujer. Si algo había aprendido en su línea de trabajo es que nunca estas lo suficientemente preparado.

- ¿Qué está haciendo?- cuestionó la rubia cruzándose de brazos luego de apoyarse de la baranda en el segundo piso, mirando hacia los convidados que reían y charlaban, ajenos a lo que sus anfitriones hacían a escondidas.

- Hablando con su prometido.- replicó Natasha. - No exactamente un crimen.

- Aburrido...

- ¿ Y su hija?

- No la he visto llegar.- murmuró Yelena estirando su brazo para agarrar otra copa de vino. - No me sorprendería que no llegue, esto es aburrido.

- Su madre parece divertirse.

Yelena asintió aún cuando su hermana no podía verla.

- ¿Debería regalarle un cerdo a Mamá?

- ¿Cómo regalo de Navidad?

- Si, lo he estado pensando mucho y creo que le gustaría.

Hubo una pausa del otro lado; Yelena espero expectante.

- Es una buena idea.

- Lo sabía. - murmuró la rubia, sus labios levantándose en una sonrisa llena de orgullo. - Será el cerdo más cool del mundo.

Entonces, Te Conocí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora