21| La calma antes de la tormenta

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El chico me mira fijamente, con el ceño fruncido y la mandíbula apretada; obvia señal de que en estos momentos debería dar media vuelta e irme

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El chico me mira fijamente, con el ceño fruncido y la mandíbula apretada; obvia señal de que en estos momentos debería dar media vuelta e irme. Ni siquiera quiero ver a Emmy de reojo; siento que, si le quito la mirada a Matt, aunque sea un segundo, es muy probable que acabe recibiendo un puñetazo en la cara.

—¡Matt! No esperaba que volvieras hoy, pensé que venías mañana por tu cumpleaños.

—Cambié de planes —responde tajante—. ¿Y tú, Luka?

Trato de fingir una sonrisa natural.

—Ah, sí... Hola, Matt —saludo, y me inclino ligeramente hacia delante para extender mi mano.

Pero el ojiverde me observa con desprecio de arriba a abajo; dejándome con la mano inerte. Asiento levemente para mí mismo, resignándome; cierro mi mano en un puño mientras la dejo caer a mi lado lentamente.

—¿Él no era el chico que te caía mal? —le pregunta Matt a Emmy, en un tono claramente acusatorio.

Genial Luka. Tienes al hermano en tu bolsillo.

En estos momentos prefiero tomar una larga siesta, en un ataúd y bajo tierra.

Observo de reojo a Emmy, tiene el entrecejo contraído, parece fastidiada.

—Matt, por favor, no empieces. Es solo un amigo.

—Si claro, un amigo que estaba a punto de besarte —le recrimina el ojiverde.

—Dios, ¿no puedes solo cerrar la boca?

Por favor mátenme.

Entonces el ojiverde hace un gesto con su cabeza, señalando hacia el interior de la casa. Sin más palabras se dirige hacia adentro; y Emmy, después de lanzar una mirada de disculpa en mi dirección, lo sigue. 

Me quedo en el umbral, viendo como hablan en voz baja, al parecer una conversación no muy amistosa. Y justo cuando decido irme para evitar más problemas, una mujer, la última persona que esperaría ver en este momento, me saluda con un gesto amistoso desde la entrada.

—¿Luka? Hola, ¿cómo estás? 

—Señora Harrington, hola —me paso una mano por mi cabello en un gesto nervioso.

—Oh, tranquilo. Soy la señora Cooper, el señor Harrington es mi exesposo —me aclara con un leve movimiento de mano.

—Ah, perdón... no tenía idea.

—No te preocupes, mejor llámame Jelen —asiento, esbozando una leve sonrisa de labios sellados—. ¿Está todo bien? No sabía que Emmy tenía otro trabajo en grupo.

—No, no es eso, solo... vine a traerle unas carpetas que me prestó.

—Ah, claro... ¿Quieres pasar? Estoy por empezar a hacer la cena, una persona más no afecta en nada.

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