25| Víspera en familia

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~Aviso: capítulo corto.

Jueves por la mañana, cada vez falta menos para el fin de semana

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Jueves por la mañana, cada vez falta menos para el fin de semana. Luka durmió en su casa, solo recibí un mensaje suyo anoche, y luego de eso no volvió a contestar.

En el instituto, luego de charlar un poco con Reni y Nathan, me dirijo hacia los casilleros durante la hora del almuerzo. Theo me observa un tanto extrañado, pero no pregunta nada al respecto.

Cuando llego al lugar acordado Luka todavía no está allí. Empiezo revisar notificaciones en mi celular, entre ellas encuentro un mensaje de papá. Dice que vendrá para navidad; sonrío con labios sellados, repitiendo el mensaje una y otra vez. Pero entonces una voz me saca de mi burbuja.

—Perdón por tardar, Mac y Alex hacían demasiadas preguntas —explica Luka, y me da un beso en la mejilla.

Todavía no me acostumbro a que sea tan lindo, pero igual no me molesta... Y ahora veo el sobre en su mano, ¿qué será?

—Tranquilo, no es nada. ¿Tú todo bien?

—Si, ¿por?

—Bueno, no contestaste mis mensajes, tu padre volvió de Italia, tu madre...

—Mira —me interrumpe y yo muerdo mi mejilla por dentro—, en serio quisiera no hablar de eso; y preferiría que no lo llames como mi "padre".

—Si, perdón...

—No te disculpes. No es como que fueras la culpable. En fin, yo... —traga saliva, y se ve algo ansioso—. En algún momento dijiste que tu padre era abogado ¿no?

—Ajá... —musito expectante—. ¿Qué con eso?

Suelta un suspiro, y observa el sobre en sus manos; pasando su dedo sobre el borde, aún sin abrirlo.

—Me llegó el testamento de mamá. Y por más que quisiese; esto no es una broma enfermiza por parte de mi pa- de Lorenzo —se corrige, y frunce los labios mientras acerca el sobre a mis manos—. Se supone que hay dinero, y una propiedad en Italia. Y yo bueno... Esperaba que pudieras preguntarle a tu padre si podía ser mi asesor legal; no confío en el abogado de mi familia, es amigo de, bueno... Ya sabes, Lorenzo.

—Sí, sí, claro que lo haré —digo tomándolo—. A papá seguro le encantará ayudarte; no te preocupes, ¿sí?

—Gracias, en serio.

—Iré a guardarlo a mi casillero —le informo, con una leve sonrisa.

—¿Te acompaño?

Asiento, y entonces él comienza a caminar a mi lado. De repente me mareo un poco y mi vista se nubla, como si un humo negro flotara frente a mí. Pero teniendo al ojiazul caminando a mi lado, lo ultimo que quiero es llamar la atención; así que decido ignorarlo y disimular de la mejor manera posible.

Llego al casillero y lo abro con la llave, colocando el sobre dentro. Entonces escucho a Luka carraspear ligeramente.

—Y... ¿Cómo estuvo tu tarde ayer? —pregunta él, de repente; y solo eso hace que quiera reír a carcajadas.

Qué Asco El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora