8

107 10 0
                                    

Donghae


Mis labios todavía estaban
hormigueando por su beso a pesar
del disgusto y enojo hacia Wolf.

El retrocedió lentamente,
con una expresión que no
pude descifrar. Me bajé del
mostrador, queriendo salir de
esta comprometedora situación
y me congelé del miedo cuando
ambos perros se levantaron de
un salto desde donde estaban
acostados en la esquina de la
cocina.

El único perro con quien había
tenido contacto con el paso de
los años habia sido el chihuahua
de Taemin que había comprado
después de haberse vuelto un
accesorio esencial de la moda
de acuerdo con las revistas
que leia. Pero ese perro había
sido del tamaño de un conejillo
de indias con dientes apenas
lo suficientemente fuertes
como para rasguñar la piel de
alguien.

Estos perros, sin embargo, eran
monstruosos en tamaño y muy
seguramente en carácter, justo
como su amo.

Tome una respiración profunda
y retrocedí otra vez contra
el mostrador. No había ningún
otro lugar a donde pudiera ir y
por la forma en que me miraban
probablemente me seguirían de
todas formas.

Mi ritmo cardíaco se aceleró y
me congelé por completo. Los
perros tampoco se movieron, pero
lucían tensos como si estuvieran
listos para lanzarse hacia mí si
me movía de la forma equivocada.

Wolf me dio una mirada que
dejó claro que pensaba que
había perdido la cabeza, pero
obviamente no era alguien en
quien confiara cuando se trataba
de juzgar el peligro y la
monstruosidad de sus perros.

-Si actúas asustado, los harás
tener sospechas -dijo como si
fuera un niño.

Lo miré. Sus palabras solo
empeoraron mi miedo y me
pusieron incluso más tenso.
Wolf bajó su café de nuevo y
me observó como si estuviera
intentado averiguar algo. Mis
ojos se movieron rápidamente
entre él y sus perros.

Wolf caminó hacia mí, su brazo
viniendo en mi dirección. Me
encogí, esperando un golpe.
Lucía frustrado . Se congeló con
su brazo en mitad del aire y la
falta de entendimiento en su
rostro haciéndose más evidente.

- ¿Qué estás haciendo? -murmuró
con descontento, bajando
lentamente su musculoso brazo.

Había más rasguños en su brazo
que noté ahora. Estaba bastante
seguro que no todos podian
ser debido a mí. Un punto
rojo comenzaba a extenderse
lentamente sobre sus vendajes e
hice un gesto de dolor.

Wolf bajó su mirada hacia su
antebrazo lastimado y exhaló.

-Eres un montón de problemas
-dijo simplemente. Levantó sus
ojos hasta los míos. Pero no
pude leer su expresión.

-Tal vez deberías ver a un
doctor -dije, en lugar de la
desagradable respuesta que tenía
en mente. Hasta ahora Wolf había
sido más educado de lo que
hubiera pensado posible y no
podía arriesgarme a provocarlo y
que cambiara de humor.

-No necesito doctores. Yo mismo
cosí la herida. Lo he hecho
antes. Pero me cortaste bastante
profundo y no debería mover
demasiado el brazo.

Habría pensado que apenas
dejaria una marca en él con el
cuchillo dada su reacción de
ayer, pero probablemente era
demasiado cuidadoso para mostrar
la gravedad de su herida durante
una batalla. Aunque llamar
a nuestra pequeña pelea una
batalla era risible.

-¿Por qué te retrajiste?
-preguntó.

Esperaba que se hubiera
olvidado de mi reacción ante
su acercamiento. Me encogí de
hombros y volví mi atención
de vuelta los perros
observándonos. Aún no se habían
movido de sus lugares al final
de la cocina, excepto que el
negro se había sentado.

Scarred Heart Donde viven las historias. Descúbrelo ahora