Scarred Heart

23

Donghae

Dos automóviles nos siguieron,
pero finalmente conseguimos
perderlos. Wolf condujo el
auto hacia la fábrica vacía
que él junto con Eunseo habían
determinado como su punto de
encuentro. Cuando llegamos,
la camioneta ya nos estaba
esperando y Eunseo estaba
fumando un cigarrillo. No vi a
madre en ningún lado.

Yuqi levantó la cabeza cuando
nos detuvimos, Su rostro
manchado de lágrimas y miedo.

-¿Que está pasando?

-Nos vamos -le dije, acariciando
su cabello. No hizo más
preguntas. Me di cuenta que
estaba en shock.

Bajamos del auto y Wolf abrió
el maletero para que Bandit
y Coco pudieran salir. Tuve
que sostener a Yuqi, temblaba
demasiado como para caminar por
su cuenta, pero a Wolf también
le estaba costando trabajo. Su
cojera había empeorado.

Él notó mi mirada y se encogió
de hombros, como si no fuera
nada. No lo creí. Sabia que
debía de estar sintiendo mucho
dolor.

-¿Qué les tomó tanto tiempo?
-preguntó Eunseo y entonces notó
la cojera de Wolf- . ¿Los han
seguido? -La preocupación llenó
su rostro.

-Probablemente. Apresúrense
-dijo Wolf. Las palabras
acababan de salir de su boca
cuando un auto dobló la esquina
y aceleró hacia nosotros-
¡ Corran, yo los detendré!

-¿Qué? -grité, pero Wolf
ya estaba corriendo a toda
velocidad hacia el auto y
disparando hacia él, haciendo
que se detenga. Cuatro hombres
salieron, y un segundo auto
dobló la esquina velozmente
desde el edificio vecino. Wolf
apuntó rápidamente a las ruedas
y una de ellas explotó. El auto
giró sobre su eje, y luego se
detuvo.

-¡ Rápido, vamos! -gritó Eunseo,
jalándome.

-Donghae -gimió Yuqi. Sus ojos
me suplicaban, y eso hizo que me
moviera.

Eunseo y yo la llevamos hacia
la camioneta. Madre estaba en
la parte de atrás y cuando
Eunseo quitó los seguros me di
cuenta por qué no había salido
a ayudarnos. La habia atado.
Probablemente por una buena
razón.

Yuqi se metió en el asiento
trasero con madre, pero yo
quería regresar con Wolf. Nunca
tuve la oportunidad. Eunseo me
agarró y me empujó al asiento
trasero con ellas, luego cerró
la puerta. Se puso detrás del
volante y colocó los seguros
para que no pudiera salir.

-¿Qué estás haciendo? -grité
a medida que veía a Wolf
luchando contra varios hombres.
Estaba agachado detrás de su
auto y disparándoles. Pero,
¿cuánto tiempo seria capaz de
mantenerlos alejados?-. ¡Déjame
salir!

Eunseo me ignoró. Pisó el
acelerador y el auto se puso en
movimiento.

Wolf

Wolf se permitió un momento para
ver el auto alejarse, para ver
a Donghae irse. Probablemente
nunca lo vería otra vez, y eso
era lo mejor. Sería más feliz
sin él en su vida.

Clavó un cuchillo en su
Siguiente atacante. Hoy lucharía
y moriría. Pero no en vano.

Y si moría, moriría con el
recuerdo del dulce sabor de
Donghae, o de su perfecta piel
y su hermoso rostro. Cerró los
ojos ante el buen recuerdo, sin
importar lo que le esperara
después.

Donghae

Golpeé mis puños contra la
ventana, ignorando el dolor
sordo atravesando mis brazos por
la fuerza del golpe.