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"I accidentally vaporize my algebra teacher

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"I accidentally vaporize my algebra teacher."

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NARRADOR: PERCY JACKSON 🌊









Quise estrangular a Kassia, ¿esta bien? Ya, llévenme para la cárcel.

No entendía su supuesto rescate de la situación, porque aparte de que se había metido en un problemon; me había hundido aun más. A veces no la comprendía.

Tengo que admitir que siempre me he sentido cautivado por su personalidad tan afable y comprensiva, y porque a diferencia de muchas niñas en Yancy, ella era bonita y tierna... Y me sorprendía que me hablara por esa misma razón.

Aunque debía tener en cuenta que la conocí mucho antes de entrar a la academia.

Pero aparte de eso, me hacia sentir mucho menos solo al también padecer de TDHA y dislexia como yo. ¿El mundo podía ser tan pequeño, no?

Eso aún no le quita lo extraña que es aveces.

Igual me caía bien. Bueno, ahora no tanto. No la mire demasiado cuando empezó a caminar a mi lado.

Entonces me volví para hacerle frente a la Sr. Dods, pero ella ya no estaba allí. Estaba de pie en la entrada del museo, en la parte superior de la escalera, gesticulando impaciente para que fuéramos.

¿Como había llegado allí tan rápido?

Tengo momentos donde mi cerebro se queda dormido o algo y la siguiente cosa que sé es que me he perdido algo, como si una pieza de un puzzle cayera del universo y me dejara mirando un lugar en blanco detrás de ella. El consejero de la escuela me dijo que era parte de de la TDHA, mi cerebro malinterpretaba las cosas.

Yo no estaba tan seguro.

Fuimos detrás de la Sr. Dods.

A mitad de las escaleras mire a Kassia, se encontraba apretando su jersie rojo entre sus delgados dedos, parecía ansiosa. Me sentí culpable.

—Hey, nunca habías sido castigada.

Saltó en su lugar, como si no supiera dónde estaba caminado. Parecía pálida, cosa rara en ella ya que la mayor parte del tiempo estaba bronceada. Trate de hallar las palabras para calmarla al ver que no respondía, solo miraba a nuestro alrededor esperando como que algo nos saltara encima.

—Tranquila, Kas. Lo máximo que puede hacer es obligarnos a comprarle a la pelo de chetos una camisa nueva en la tienda de regalos.— murmure, procurando que Dods no nos oyera

Aun no recibía respuesta, esta vez frené, agarrándola del brazo; impidiendo que entrara al museo.

—Kas. . . ¿Que sucede? Sonará egoísta de mi parte, pero tú misma te metiste en esta situación.

𝐌𝐘 𝐓𝐄𝐀𝐑𝐒 𝐑𝐈𝐂𝐎𝐂𝐇𝐄𝐓 -  𝗣𝗲𝗿𝗰𝘆 𝗝𝗮𝗰𝗸𝘀𝗼𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora