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"She knew she wasn't in danger

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"She knew she wasn't in danger."

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𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀𝐃𝐎𝐑: OMNISCIENTE






Kassia era una chiquilla, bueno, mucho más que ahora. Habían pasado varios días desde que había arribado al campamento mestizo y ya su emoción se había desvanecido. Mucho más desde que se dio cuenta que no era lo suficientemente buena en nada.

¿Con la espada? No gracias, se le resbalaba de las manos. ¿Lucha cuerpo a cuerpo? Al primer golpe en su estómago casi se vomitaba. La lava en el muro de escalar le causaba escalofríos y cada que querían que subiera y lo intentara se escondía en su cabaña. Empezaba a creer que tal vez se habían equivocado, esto no era para ella.

Se encontraba sentada en la cafetería jugando con sus fresas, desde que se había enterado que las ninfas no le hacían nada por tomarlas, ahora se la pasaba comiéndolas. Aunque el estómago empezaba a dolerle un poco de tanto hacerlo. Vio de reojo como alguien se sentaba a su lado y observó que se trataba de Luke Castellan, quien le había hecho el recorrido hace unos días.

Luke era un chico muy guapo, por un momento Kassia llegó a creer que se trataba de un príncipe, pero sobretodo lo que destacaba de él era su amabilidad, todas las chicas suspiraban tan solo verlo pasar, entendía a Annabeth, era un buen prospecto. O lo que eso significara. Aun así, no habían hablado desde que llegó así que aquello la sorprendió.

—¿Hola?

—Hola, Kas. Escuche que te gusta que te digan así, aunque Evaster también te dice chica en llamas, ¿por que será?— pregunto divertido

—Quien sabe.— resopló bajando los hombros

Luke vio a la pequeña niña llevarse una fresa a la boca con flojera, sin subir la mirada, no había que adivinar para saber que estaba disgustada. Le parecía extraño no verla con los demás niños ya que eso era lo que normalmente hacían luego de llegar; jugar y luchar. Pero Kassia solo estaba. . . Por ahí. Le causaba lástima, así que decidió acercarse esa mañana hacia ella.

—¿Por qué no estás con Annabeth? Creí que eran amigas.

—Annabeth solo entrena y entrena, nos vemos solamente una hora al día.— explicó jugando con sus dedos

—¿Por qué no intentas verte con alguien más?

—Porque todo el mundo entrena y entrena.

—Entiendo.— frunció los labios condescendiente— ¿Por qué no lo intentas? Entrenar.

—No tengo madera para eso. Mi madre solo es la diosa del hogar, saber hacer galletas y quedarse en casa, que divertido.— confeso malhumorada, sorprendiendo al rubio, porque ella en realidad parecía muy alegre de ser hija de la diosa

𝐌𝐘 𝐓𝐄𝐀𝐑𝐒 𝐑𝐈𝐂𝐎𝐂𝐇𝐄𝐓 -  𝗣𝗲𝗿𝗰𝘆 𝗝𝗮𝗰𝗸𝘀𝗼𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora