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"Lullaby Song."
[🥀. 🐕🦺. 🛶]
NARRADORA: KASSIA JONES 🔥
Nosotros estuvimos de pie en las sombras del Boulevard Valencia, mirando hacia arriba las letras doradas grabadas en mármol negro: DOA ESTUDIOS DE GRABACIÓN.
Debajo, grabado en las puertas de vidrio: NO ABOGADOS, NO VAGANCIA. NO SERES VIVOS. Era casi media noche, pero el lobby estaba bien iluminado y lleno de gente. Detrás del escritorio estaba sentado un guardia de seguridad de mirada dura, con lentes de sol y un auricular.
Percy se volteó a mirarnos.
—Ok. Recuerden el plan.
<<¿Cual plan?>> Pensé ansiosa, presionando las uñas en mis manos cerradas.
—El plan.— Grover balbuceó— Seeh, yo amo el plan.
—¿Que pasa si el plan no funciona?— Annabeth pregunto
—No pienses negativo.
—Nosotros estamos entrando a la Tierra de la Muerte, y se supone que no pensemos negativo.— solté sin poder evitarlo— Claro.
Percy me lanzo una mirada dura mientras fruncía el ceño, yo le susurré un "Lo siento" enseguida. De todos aquí, él debía ser el más asustado y preocupado, esta era su misión. No sólo por que se le había encomendado, sino por Sally.
Se suponía que debía apoyarlo, brindarle confianza.
Aunque no la tuviera ni un poquito y quisiera echarme a llorar.
—Entraremos y saldremos rápido luego de hablar con el tío Hades.— le di unos golpecitos en la espalda, forzando una sonrisa
El me miró incrédulo, para luego sacar las piedras las perlas de su bolsillo, las 4 esferas que una Nereida le había dado en la playa.
Annabeth le pegó un codazo a Grover.
—¡Oh, si!— él intervino— Llegamos hasta aquí. Encontraremos el cerrojo de oro y salvaremos a tu mamá. No hay problema.
Percy nos miró a los 3, y parecía realmente agradecido, así que esta vez le devolví una sonrisa sincera. Porque por más que estuviera asustada hasta el cuello, lo seguiría hasta el fin del mundo si me lo pidiera. Eso si, temblando como gallina.
Deslizó las perlas de vuelta a su bolsillo.
—Vamos a patear algunos traseros en el inframundo.
—¿Tendrán traseros?— pregunte
Caminamos hacia dentro del lobby.
Muzak tocaba suavemente en los altavoces ocultos. Las alfombras y paredes eran de gris acero. Cactus de lápiz crecían en las esquinas como manos de esqueleto. Los muebles eran de cuero negro, y todos los asientos estaban ocupados. Había gente sentada en sofás, gente parada, gente mirando hacia afuera por las ventanas o esperando por el ascensor.
