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"Second traumatic experience of the day."
[🍔. 🗡️. 🔥]
NARRADORA: KASSIA JONES 🔥
En cierto modo, es lindo saber que hay dioses griegos allí afuera, porque tienes alguien para culpar cuando las cosas salgan mal.
Estábamos, Annabeth, Percy, Grover y yo, pasando en medio del bosque a lo largo de la rivera de New Jersey, el resplandor de la ciudad de New York poniendo amarillo el cielo de noche detrás de nosotros, y el olor del apestando Hudson en nuestras narices.
No pude evitar pensar en papá, me pregunte que estaría haciendo, y supe que si no lo llamaba en unas horas él lo haría primero. Trague pesado al saber que a penas se enterara de donde estaba trataría de venir a buscarme. Inevitablemente estire mis brazos enfrente de mi, y vi las magulladuras que tenía en mis antes perfectas manos. Se veían muy lastimadas, Annabeth me echo barro para detener el ardor luego de que la adrenalina nos bajo, aun así, me sentía muy incómoda y las bajé no deseando verlas más.
Grover estaba temblando y rebuznando, sus grandes ojos de cabra se volvieron rendijas de pupila y llenos de terror.
—Tres Benévolas. Las tres de una vez.
Yo también me encontraba en shock. La explosión de las ventanas del autobús todavía sonaba en mis oídos. Pero Annabeth se mantuvo arrastrándonos, diciendo:
—¡Vamos adelante! Mientras más lejos lleguemos, mejor.
—Todo nuestros dinero estaba allí.— le recordó Percy— Nuestra comida y nuestras ropas. Todo. A menos de que Kas tenga algo que nos sirva en su mochila, no tenemos nada.
Por cosas como esa es que jamás me separaba de mis cosas, traía mi equipaje sobre mi espalda y nunca había estado tan agradecida de que me doliera la espalda.
—Los quiero chicos, pero no les prestare mi cepillo de dientes.— negué
—Bueno, puede que si tú no hubieras decidido saltar en la pelea—
—¿Que querías que yo hiciera? ¿Dejar que los mataran?
—No necesitaba que me protegieras, Percy. Yo habría estado bien.
—Rebanada como pan de emparedado.— Grover agregó— Pero bien.
—Cállate, niño cabra.— Annabeth dijo
—Annabeth.— llame su atención al notar que empezaba a ponerse agresiva, le sucedía normalmente cuando se estresaba
—Lo siento, Kas.— farfulló
Grover rebuzno tristemente.
—Latas de estaño. . . Una bolsa perfectamente buena de latas de estaño.
