29. Sevilla.

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Me desperté a su lado.

Dormía tan tranquilo abrazado a mi cintura que casi me muero ahí mismo.

Mi novio...

Lo único que me asustaba ahora mismo era la reacción de mi padre, que ya de por sí con Sira y Ferrán no le gustó mucho.

Pero tenía que hacerlo para poder hacer vida de novios de verdad.

Quité el brazo de Pablo con cuidado y fui a la cocina, mi padre no había dormido en casa pero lo escuché hablando con Sira mientras que bajaba las escaleras.

- Hombre buenos días - sonrió él dándole un sorbo a su café.
- Buenos días.
- ¿Quieres desayunar?

Asentí y me senté en la isla de la cocina.

- Tengo que contaros una cosa - murmuré.
- Bu - rió Sira.
- Papá, sé que no te va a hacer gracia, pero no quiero ocultarlo más.
- ¿Qué has hecho Onita?
- Estoy saliendo con alguien.
- ¿QUÉ? ¿Saliendo? - gritó Sira.
- Sí - balbuceé.
- ¿Con quién? - preguntó mi padre.
- Con...

Iba a decirlo cuando vi a Gavi bajando las escaleras mientras que se frotaba los ojos.

Qué oportuno.

- Ah bueno - rió mi padre mirando a Sira.

Ella empezó a reír también.

No entendía nada.

- Hostias - dijo Pablo cuando vio a mi padre allí.
- Por fin me lo cuentas, pensaba que iba a ser el último al que se lo ibas a decir - se quejó mi padre.
- Luis lo siento - dijo Pablo - yo...
- A ver muchachos, hay que ser muy tonto para no darse cuenta, me lo olía desde el mundial - dijo.
- ¿Y te parece bien? - pregunté inocente.
- Cariño, mientras que seas feliz me va a parecer bien - sonrió mirándome - pero una cosa te digo Gavira - dijo refiriéndose a él.

Él se puso serio y me hizo mucha gracia, además escuchaba la risita de Sira por detrás.

- Como se te ocurra hacerle daño a mi niña, te quedas en el banquillo todo lo que queda de temporada - dijo señalándolo con el dedo.
- Joder, pues anda que no me ha costado que la cabezota quisiera salir conmigo, como para hacerle daño - dijo alzando los hombros.

Mi padre rió asintiendo y yo le di una colleja a mi novio, luego ambos se abrazaron.

- Pero ponte una camiseta, hazme el favor - dijo serio.
- Sí sí perdón - rió mientras volvía a subir a mi habitación.

- ¿De verdad te parece bien? - pregunté a mi padre cuando subió.
- Cariño, si me demuestra que te quiere como hizo Ferrán con tu hermana, ya sabes que va a ser uno más de la familia.

Le abracé y me dio un beso en la cabeza, después se fue a una reunión que tenía.

- ¿Desde cuando sois novios? ¿por qué no me he enterado? - preguntó Sira molesta.
- Desde anoche - reí - no iba a llamarte para decírtelo.
- Pues tendrías que haberlo hecho - se quejó - me alegro mucho amor.

Me abrazó y al poco Gavi volvió a bajar.

- Tú gruñón - dijo señalándolo ahora ella - te corto los huevos como le hagas algo a mi pequeña.
- Sira por dios - rodó los ojos él.
- ¿Comemos hoy todos aquí y contáis la noticia?
- Ni que nos fuésemos a casar - reí.
- Todavía - aportó él.
- Da igual, quiero ver la cara de todos cuando digáis que por fin sois novios, ya tres parejas en el equipo y los tres amigos, qué maravilla - dijo ella.
- Exagerada - reí de nuevo.

Finalmente acabamos aceptando y pusimos por el grupo de whatsapp que viniesen todos a comer.

Gavi y yo volvimos a subir mientras que Sira se encargó junto con su novio de comprar todo.

- Qué raro se me hace que seas mi novia - dijo Gavi, besándome.
- Y que mi padre se lo haya tomado tan bien - sonreí.
- Ya tenemos que estar juntos siempre, sino me da a mí que no piso más un campo de fútbol.
- ¿Ah, solo por eso vas a estar conmigo siempre? - me quejé.
- Y porque estoy enamorado de la rubia borde desde que te pedí la toalla en la piscina de La Villa - dijo volviendo a besarme.

Nos cambiamos de ropa, yo me puse unos jogger grises y un top negro de manga larga, y él un chándal azul.

- Vaya culo - dijo dándome un apretón.
- Todavía me duele - me quejé.
- Ah, ¿ahora te vas a quejar?
- No - reí - repetiría lo de anoche todos los días.
- Me quieres matar o qué.

Reí dándole un pico y bajamos cuando escuchamos la puerta.

- Mira la parejita del año - dijo Ferrán cuando nos vio, dándonos un abrazo.
- Joder Sira - rodé los ojos.
- Perdón perdón estaba muy emocionada - dijo dando saltitos.
- Chivata - se quejó mi novio.

Colocamos la mesa con vasos para todos y algunos aperitivos que habían comprado.

A los pocos minutos, sonó el timbre.

- Yo abro - dijo Gavi.

Entraron Gala, Pedri, Ansu, Balde y Eric Garcia.

Nos saludamos todos y nos sentamos, echándonos cervezas en los vasos.

- Esta reunión es por algo eh - dijo Sira.

Rodé los ojos de nuevo y Gavi me miró riendo.

Tenía su mano encima de mi muslo y me seguía poniendo nerviosa como el primer día, me encantaba el poder que tenía sobre mi cuerpo con solo rozarme.

Y a la vez me daba miedo.

- Sorpréndenos - dijo Pedri.
- Bueno, mi novia es una bocazas, que lo digan ellos - dijo Ferrán señalándonos con la cabeza.

Todos nos miraron expectantes y Pablo me miró a mí.

- ¿Estás embarazada? - preguntó Ansu.
- NO - grité riendo.
- Joder quería ser tito - dijo haciendo un puchero.
- Pablo y yo estamos juntos - solté.
- ¿SOIS NOVIOS? - preguntó Gala.

Asentimos sonriendo y todos empezaron a gritar.

Sin duda, no podían ser más exagerados.

Comimos pollos asados mientras que hablábamos y reíamos por todo.

- La semana que viene vamos a Sevilla, jugamos contra ellos, ¿venís? - nos preguntó Pedri a Gala, Sira y a mí.

Las tres asentimos.

- Te va a tocar conocer a mi familia - me susurró Gavi.
- Ah no, qué vergüenza.
- Ona, tu padre es mi entrenador, ¿qué hay que de más vergüenza que eso?
- Bueno - suspiré.
- Además, tienes que conocerlos porque ya mismo es la feria de Sevilla y vienen todos, este año os incluís las tres.
- Ayyyyy sí - dije emocionada.

Siempre me había gustado Sevilla, y solo he ido una vez de pequeña. Me parecía una ciudad con muchísimo encanto y su gente era genial.

Eso sí, ni de coña me esperaba que me fuese a echar un novio sevillano.

GANAS DE TI - GAVI (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora