32. Lo que hizo.

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Me lo estaba pasando bastante bien con todos.

Se notaba el cariño y las ganas que tenían de ver a Pablo, eran sus amigos de siempre y yo me sentía más que cómoda con ellos.

- ¿Hasta cuándo estáis? - me preguntó Mario.
- Domingo.
- Ah bueno, entonces mañana barbacoa en mi casa, que no están mis padres - sonrió enseñando los dientes.
- Me parece genial - reí.

De repente el timbre sonó, y fue Fermín el que se levantó para abrir.

Seguía hablando con Mario cuando de repente apareció una cara que no me esperaba para nada encontrarme allí.

Ana.

- ¿Enserio? - suspiré.
- Es del grupo Oni, pero ni caso - me dijo Mario.

Rodé los ojos dándole un gran sorbo a la copa, buscando la mirada de Gavi, al cual no encontraba.

Sentí unos brazos al rededor de mi cintura, y ahora sí suspiré pero aliviada.

- Tranquila amor - dijo Pablo besando mi hombro.

Sonreí girando la cabeza y besé sus labios ante la atenta mirada de Ana.

- Hola, tienes que ser la novia de Gavi, ¿no? - me preguntó una de las chicas.

Eran 5, Ana incluida.

- La misma - sonreí.
- Me llamo Andrea, encantada - dijo dándome dos besos - ellas son Clau, Elena, Julia y Ana.

Sonreí dándole dos besos a todas, menos a la última que no se dignó a acercarse.

- No la tengas en cuenta - me dijo Andrea - ha venido solo por fastidiar.
- Me alegra no ser la única que lo piensa - reí.

Nos bebimos algunas copas más, con Pablo sin separarse de mí y Ana mirando de reojo.

- ¿Nos vamos ya a la discoteca? - preguntó Cristo.

Todos asintieron y yo subí a por mi bolso que lo tenía aún en la habitación de Gavi.

- ¿Te crees que está enamorado de ti? - escuché en el pasillo cuando salía del cuarto.
- Ana, no me apetece escucharte, tengamos la fiesta en paz.
- Pregúntale lo que hizo hace dos semanas.
- Estar conmigo en casa, ridícula.
- No me enfades Ona, tengo más poder que tú sobre él.
- Eso es lo que tú quisieras.

Bajé las escaleras ignorando completamente lo que me acababa de decir. Sabía que quería picarme, pero Pablo y yo habíamos crecido como pareja juntos, así que no me iba a dejar llevar por lo que dijese una niñata rechazada.

Llegamos en varios coches a la discoteca, y nos abrieron directamente la puerta de atrás para subir al reservado, aún así algunas personas habían parado a mi novio y a Fermín.

Una vez que llegamos al reservado nos trajeron botellas acompañadas de bengalas.

- ¿Qué prefieres? - me preguntó Cristo.
- Ron cola, porfi.

Me echó la copa y la cogí bailando con Aurora y algunas de las chicas del grupo.

Ana seguía mirándome mal, y sinceramente estaba disfrutando muchísimo de este momento.

De repente sentí de nuevo las manos de Pablo en mi cintura, moviéndome al ritmo de la música.

- Te quiero - me susurró al oído.
- Yo más.

Me giré para besarlo, cuando noté un empujón.

Ana.

Acababa de pasar por nuestro lado, y sonrió cuando vio que nos cortó el beso que estábamos dándonos.

- Ignórala.
- Sí, porque sino me toca arrancarle los pelos - respondí.

Fermín se acercó cuando pusieron bachata y ambos intentamos recrear los pasos que nos enseñó Ansu.

Lo echábamos de menos, su cesión y que nos alejaran de él dolió, sobretodo a los chicos en los entrenamientos, ya que con nosotros se seguía juntando de vez en cuando.

- Si te dice o hace algo la matamos entre los dos - me dijo Fermín mirando a Ana.
- Me parece bien - reí.

Algunas de las chicas se integraron con nosotros, por lo visto Andrea y Elena eran amigas de Aurora, así que me trataban bastante bien e intentaban que me relacionase más con ellas.

- ¿Eres hermana de Sira no? - me preguntó la segunda.
- Sí - sonreí.
- Ay, me cae genial, la conocimos en un partido que vinieron y es súper maja, dale recuerdos.
- Claro.

Seguimos bailando y yo ya dejé de beber, no me apetecía montar un circo en mi primer día en Sevilla, así que me pasé a la fanta de limón, esta vez sin ginebra incluida.

- ¿Estás a gusto? - me preguntó Gavi, pasando su brazo por mis hombros.
- Sí amor, algunas chicas son muy majas.
- Cuando quieras nos vamos a casa.
- ¿Te quieres ir ya?
- Es que me llevas volviendo loco toda la noche, y cuando te he visto perrear con mi hermana...
- Siempre pensando en lo mismo - reí.
- Es tu culpa, por estar tan buena.

Agarró mi nuca y juntó nuestros labios en un beso desesperado. Sabía a ron y a chicle de menta, y olía tan bien que yo tampoco puse mucha pega en ese beso.

Después de eso, volvimos todos a casa, ya que era bastante tarde y mañana Gavi quería darles una sorpresa a los niños que juegan en el equipo de su pueblo.

Estaba borracho y sabía que mañana se iba a arrepentir de haber bebido tanto.

También sabía que a pesar del calenton que nos habíamos pegado en la discoteca iba a llegar y se iba a quedar frito a los dos segundos.

Y así fue.

Llegamos a su cuarto y gracias a que fui muy pesada consiguió quitarse la ropa, aunque lo de ponerse el pijama ya era secundario.

Nos arropamos, me acurrucó en su pecho y nos quedamos dormidos al momento.

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Holaaaa ❤️
Me alegra que esta historia esté llegando a tanta gente, mil gracias por elegirla.
Le queda poco a la historia de Ona y Gavi, lo digo por si os queréis enganchar al trío amoroso que tengo también activo 😜
Aún así, una vez que acabe subiré una nueva 🤧💜

GANAS DE TI - GAVI (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora