Pizza - adaptación englot

CAPITULO 13.

-¡Te lo agradezco Charlotte!- dijo Heidi entrando al departamento agitada.

-¿Que hice ahora?- pregunte llegando hasta ella.

-Aparte de nacer, ¡Me dejaste tirada, idiota!- vino hasta mi y me dio un ligero golpe.

-Lo siento, pero tener a Marima enojada es como tener la muerte sobre ti- me excuse cruzando de brazos.

-Dimelo a mi, pensé que no iba a conseguir que me deje llevar a Tina conmigo.

-¿Lo conseguiste?.

-No, fue Tina quien le dijo que estaba segura de que yo la cuidaría. Después de mil advertencias y luego alguien paso leyendo el periódico y diciendo que tu eras una idiota por traicionar a Engfa, Marima quitó el periódico y vio la foto de Tina junto a ti y a si fue como un toro hacia donde estabas.- explico con una pequeña risa- Por cierto, ¿Para que te necesitaban?

-Engfa y sus amigas pensaron que Tina era una mas de mis conquistas y se enojaron por que estaba echando a perder el plan.

-¿Segura que fue por el plan?- Heidi levantó una ceja con picardía y yo fruncí el ceño.

-Claro que es por el plan. Engfa quiere lo mejor para la empresa de su padre y si lo mejor es que finja tener una relacion conmigo ella lo hara, ¿En que piensas?- pregunte y ella solo levanto sus manos en señal de inocencia.

-Solo decía, Char. Mejor vamos a cambiarnos, en una hora viene por nosotras.

-Tendríamos más tiempo de no ser porque alguien tardo horas en llegar- la mire intencionalmente.

-Claro, como tu no tuviste al otro lado de la cuidad, encontre a 5 exnovias, saludar a la presidenta y salvar el mundo, ¿cierto?

-Eres una exagerada, Heidi- rei entrando a mi habitación.

Camine hasta el borde de mi cama donde está el grandioso traje que Engfa había escogido para mi, 10 minutos después tenía puesto un pantalón blanco, tenis Adidas blanco, una camiseta blanca y un blazer azul marino. Heidi entro a mi habitación ya vestida y ambas nos quedamos mirando.

-Quiero ser hambre para darte tres veces al dia, Charlotte- comentó con picardía haciéndome soltar una gran carcajada- Si no fueras mi hermana, claro está.

-Me sonrojas, Heidi- tape mi rostro y después camine hasta ella dándole una vuelta para que luciera ese hermoso vestido agua marina- Te ves hermosa, Heidi.

-Tu igual, Charlotte.

El timbre de nuestro departamento sono y ambas bajamos a abrir la puerta donde estaba Arun con un elegante traje.

-¡Wou! Arun, luces fantástico- halague silbando coquetamente.

-¿Hoy iras a cuidar que la familia Waraha no pruebe un solo trago sin antes probarlo tú?- se burló Heidi y Arun mostró un rostro de sorpresa- No te me hagas, grandulón. Pudimos estar ebrias pero yo recuerdo tus palabras.

Los tres empezamos a reír.

-No he tenido la oportunidad de decirles que estan maravillosas.

-Eso ya se sabía, terminador- dije con falsa arrogancia ganándome un suave golpe de Heidi mientras Arun reía.

-Llegó la hora de irnos, chicas. La limusina espera.

-¡¿La que?!- exclamamos Heidi y yo al unísono.

-Limusina, chicas. También debemos ir por tu cita, Heidi.

-¡Oh si! Prepara el chaleco antibalas Arun, Marima estará vigilando todo.