Pizza - adaptación englot

CAPITULO 16.

-M-Marima...- tartamudee dejando el sable de luz en mi espalda.

Heidi estaba atrás de mi diciendo todas las oraciones que se lo histérica y haciendo un círculo de sal para protegerse.

-¿Que demonios le sucede a Heidi?- pregunto mirando lo histerica que la mencionaba se encontraba.

Tuve que darle un golpe para que se calmara.

-¡Auch!- se quejo tomando su cabeza entre sus manos.

-Ten más cuidado, mini Austin. Pobre sable- Marima me quitó el sable de las manos y lo acarició como si fuera un bebe.

-¿Por que gritaste cuando llegaste, Marima?- pregunte intentando ocultar mis nervios.

-Porque el alien gritó, entonces para darle mas drama al asunto tambien grite, pero si quieren seguir jugando a ser Jedi bien por mi. Podríamos jugar las tres y yo diré con voz de robot: "Yo soy tu padre".

No sabía si Marima estaba haciéndose la loca o de verdad había gritado sin saber que sucedía. Valoraba mi vida así que preferí pensar en la segunda opción.

-No estábamos jugando, Marima. Estábamos en una discusión- dijo Heidi saliendo de su círculo de sal.

-¿Y por qué discutían?- preguntó con interés acomodando su traje.

-Por que Charlotte... Ella... No quiere admitir que Engfa le gusta- dijo Heidi orgullosa por saber disimular.

-No será más bien...- empezó a decir la conserje acercándose-¿Que a ti te gusta mi hija, Jensen?.

Se me paralizo todo y a Heidi se le olvidó respirar por que se esta volviendo morada. Como ultima opcion, agarre el sable de Heidi que estaba en el piso y se lo lance a Marima a la cabeza logrando que cayera noqueada.

-¡¿Que hiciste?!- exclamó horrorizada Heidi.

-Salvarte el pellejo- respondí caminando hasta la inconsciente conserje.

-Marima... Marima...- llame dándole unas palmadas en el rostro.

Marima poco a poco empezó a despertar y finalmente abrió sus ojos de golpe.

-¡¿Que demonios sucedió?!- se quejo tocándose la cabeza.

-Emm...¿Te caiste y te golpeaste?- dije no muy segura.

-¿Volví a drogarme? Joder, debo dejar esa mierda o terminaré con dos cabezas debido a tanto golpe- empezó a levantarse y después miro a su alrededor.

-¿Una estampida de elefantes paso por aquí? ¿O que?.

Miramos a nuestro alrededor y estaba hecho un asco.

-Será mejor que arreglen eso, les ayudaría pero dos cosas me lo impiden: Tengo pereza y llego tarde a la convención de Star Wars- Marima tomo los dos sables, se despidio y salio de nuestro departamento.

-¿Crees que se acuerde?- preguntó Heidi aun mirando la puerta.

-No lo creo, le di con mucha fuerza- conteste empezando a organizar los muebles.

-Entonces...¿Le gusto a Tina?- Heidi sonrió ampliamente y yo reí al verla tan emocionada.

-Le gustas tanto que me pidió que le ayudará a darte celos.

-No fui la única...- murmuró.

-¿Que?

-Nada, nada- empezó a silbar mientras recogía los pedazos del jarrón que no recordaba haberlo comprado.

(...)

-¡DESPIERTA!

-¡AHHH!

Las carcajadas de Tina y Heidi se escuchaban por toda mi habitación mientras que esta pobre alma se recuperaba de tremendo susto.

-¿Te asustaste, Charlotte?- preguntó Heidi ironicamente mientras reia.

-Pues con esa cara...- conteste ganándome un golpe de ella.

Se lo devolví y mientras nos dabamos manotazos, Tina nos separo, pero eso no quería decir que no nos sacaramos la lengua cada vez que nuestra miradas chocaban.

-¿Que haces aqui, Tina?- pregunte mirando mal a Heidi.

-Pues vine a visitarlas porque mamá se quedo quien sabe donde por andar yendo a convenciones Star Wars gracias a que la secretaria es muy fan de aquella saga- explico algo nerviosa mirando de reojo a Heidi.

-Aja.... ¿Y la verdadera razón es...?- me crucé de brazos esperando la verdad.

Tina suspiro pesadamente y tomó la mano de Heidi para entrelazarla con la suya.

-No soportaba mas no decirle a Heidi lo que siento por ella, asi que decidi venir.

-¿Y ya son algo?

-Somos novias, Charlotte- respondió feliz Heidi besando la mano de Tina.

-¡¿Osea que estamos rompiendo?!- coloque una mano en mi pecho mientra limpiaba una lagrima falsa.

-Fuiste la mejor novia falsa del mundo, Charlotte- Tina acaricio mi mejilla con una divertida sonrisa.

Las tres nos miramos unos segundos hasta que caímos en cuenta de algo.

-¡ENGFA!.

(...)

Después de llegar con un propulsor en el audi gracias a que íbamos atrasadas, empecé a buscar a Engfa por todas partes. Lastimosamente cuando la encontré ella no se por donde demonia se metía porque siempre desaparecia de mi vista y en las clases simplemente me ignoraba, lo mismo era en el almuerzo.

La última clase era Educación Física pero como estaba lloviendo debíamos ir al gimnasio a recibir la clase. El profesor dijo que jugaríamos quemados y el formó los equipos, en el mío estaban Chompu, Heidi, Aoom y otros chicos en el equipo contrario estaban Engfa, Nessa, Tina y los demás chicos.

Los juego comenzó y la primera eliminada de mi equipo fue Chompu por andar pidiéndole disculpas al chico que golpeo la cara con el balón. Nessa y Aoom se eliminaron mutuamente y Heidi por andar burlándose fue eliminada por Tina. Yo elimine a Tina y ahora quedaban tres chicos de cada equipo incluyéndonos a Engfa y a mi.

Los ojos de Engfa estaban puestos en mi y ambas tomamos un balón del aire, empezamos a lanzarnos hasta zapatos con tal de eliminar a la otra pero lastimosamente el timbre de fin de clases sono. Todos fuimos por nuestras cosas y yo le dije a Heidi que me esperara en el auto.

Engfa estaba arreglando la blusa mientras yo me acercaba a ella quedándonos solas en el gimnasio.

-Ese jueguito de te ignoro por que se me da la gana no me gusta- dije quedándome frente a ella.

-No es mi problema- contesto tomando su bolso para salir pero yo la detuve.

-¿Que te sucede? Somos un equipo, debemos trabajar juntas.

-¿Trabajar juntas? No pensabas en eso cuando mirabas como idiota a Tina, ¿cierto?- se soltó de mi agarre y se cruzo de brazos- Estás echando todo a perder, Austin.

-¿Estas asi por eso?

-¡¿Por que mas lo estaría?! ¿Por que odio que le prestes atencion a otras en lugar de mi?! ¡¿Por que quiero que tus maravilloso ojos solo me miren a mi?! ¡¿Por que quiero que me abraces solo a mi?!

Con cada grito Engfa se acercaba mas y mas hasta el punto de que nuestras respiraciones chocarán. Quería besarla, hace mucho que me muero por volver a probar esos labios.

-Si... Por eso- susurre tomándola de la cintura y logrando que nuestros labios tuvieron contacto.

Este beso fue diferente a todos lo que nos hemos dado, venía cargado de desesperación como si hubiéramos esperado siglos para podernos besar. Nuestras lenguas se conocieron y nuestras manos tocaron los puntos débiles de la otra.

Fue el mejor beso de toda mi jodida existencia.