Capítulo 11 - Primaveral

25 8 8
                                    

Kihyun estaba al borde del colapso.
Su tarde había sido caótica, no como las de siempre, no, esta vez Jooheon dijo que quería ir más rápido con los procesos curativos de la magia así que tres magos lo visitaron y como de costumbre no sucedió nada.
Eso tenía bastante frustrado a Kihyun sin contar sobre nuevos proyectos que tenían en mente los reyes y tenía que ejecutarlos.
A veces realmente solo quería desaparecer, por más que amara a su hermano simplemente quería dejarlo, a veces cuando Jooheon se ponía caprichoso era insoportable, más cuando se enojaba.
Prefería no hablarle aunque con el paso de las horas se sintiera un poco arrepentido y le pediría disculpas.

Tal vez este día Kihyun no daría su brazo a torcer.

Ahora solamente quería pasar su tarde tranquilo, tal vez llorando en sus aposentos, tal vez comiendo un poco de helado o como ahora que estaba hablando con Hyungwon, por su Valerix modificado, no se le tenía permitido hablar con príncipes con su Valerix, así que se sintió bastante sorprendido cuando Hyungwon le regaló una pieza extraña para encajarla en su Valerix, aparentemente el suyo no tenía esa pieza para conectar con distintas redes telefónicas.
Sin duda era un esclavo de las reglas y lo odiaba, odiaba estar ahí.

La voz de Hyungwon salía con quietud del altavoz, Kihyun le pidió que le cantara una canción suave para sentirse un poco más relajado, se sentía casi drogado al escuchar la voz de Hyungwon.

Oh, príncipe... —Dijo Kihyun mientras acariciaba lo extenso de su cama.— Desearía que estuviera aquí.

Hyungwon rió suavemente por la otra línea y murmuró.— Tal vez esté ahí, ¿por qué no sale a su balcón?

Kihyun extrañado rápidamente salió al balcón de su habitación y efectivamente, Chae Hyungwon estaba sentado en una de las sillas las cuales adornaban el balcón, su largo cuerpo estirado tan finamente en la silla, se veía hogareño si no fuera por las ropas, tal vez si vistiera ropa un poco más occidental se sentiría como en una película, en una película un tanto rara y tal vez de bajo presupuesto y con efectos especiales mediocres, pero era su película, su película de amor.

¿Cómo es posible que siempre aparezca así? —Preguntó Kihyun con una sonrisa lánguida, mientras se recargaba en el marco de la puerta.

Hyungwon solo alzó los hombros y negó con la cabeza, poniéndose de pie para envolver a Kihyun entre sus brazos.
Kihyun solo se recargó en su pecho y metió sus brazos dentro de la larga gabardina, era cálida por dentro, color gris ceniza con detalles azules bordados con un hilo hermoso, le gustaría vestir así, como lo hacían en Thalerdin, aunque Valerian solía ser más occidental en algunas costumbres, Thalerdin lo era en la ropa.

—Kihyun...

Habló Hyungwon, su voz tan fría como un témpano y tan profunda como el disparo de una bala, Kihyun solo asintió con su cabeza en señal que lo escuchaba, no podía tener un peor día, si Hyungwon estaba dispuesto a decirle algo que lo hiciera ya.

¿Quieres ir a un lugar especial? Tienes que confiar plenamente en mí, no funcionará si no lo haces. —Mientras Hyungwon hablaba separaba levemente a Kihyun de su cuerpo y acariciaba su rostro con tranquilidad.— Te gustará.

Kihyun tomó la mano de Hyungwon y asintió.— Confió plenamente en ti. —Dijo Kihyun con una sonrisa.— y es bastante extraño, te conozco de menos un mes y siento que te conozco toda la vida, ¿eso es posible? ¿Acaso esto es la magia? —preguntó con el nudo en la garganta más grueso que jamás había tragado en su vida, tanto que dolía.

Hyungwon tomó a Kihyun con todas sus fuerzas, cargándolo para ponerlo en el barandal del balcón para después subirse, Kihyun estaba con los nervios de punta pero no se retractaría, estaba bien si moría, serían amantes suicidas como esa canción que un joven de la corte recomendó.
Hyungwon de igual manera se subió al barandal y abrió su gabardina, en ese momento un fuerte viento helado los golpeó, Kihyun sentía que saldría volando de ahí pero Hyungwon lo tomó entre sus brazos.

Cuando la magia vuelve - HyungkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora