Capítulo 5 - Hermoso

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Después de días los cuales Kihyun veía interminables todos los arreglos para el baile estaban hechos, había algunas pequeñas cosas por arreglar pero ya no entraban en las responsabilidades del joven.

Ese día había sido bastante tranquilo en su caótica rutina diaria, no tenía hora en el congreso así que solo se dedicó a leer un poco y finalmente terminar orgullo y prejuicio, mandar cartas de agradecimiento y confirmación.
Todos los magos de todos los reinos vecinos irían al baile y ayudarían a Jooheon solo que uno era la excepción.
Su nombre era Minhyuk, Lee Minhyuk; mago real y protector del reino de Avaloria.
Había intercambiado algunas cartas y correos electrónicos con Minhyuk y el mago le comentó que no podría ir al baile debido a su apretada agenda pero tal vez era posible de que fuera de visita al reino más adelante, no había nada confirmado por su parte.
El hombre se veía y se sentía agradable, en todas sus cartas habían pequeños obsequios, los más comunes eran inciensos mágicos los cuales desprendían un delicioso aroma, lastimosamente Kihyun no podía encenderlos.

Las cartas a veces parecían interminables de responder pero gracias al cielo la carta que tenía en sus manos, jugueteando con ella era la última que tenía que leer ese día.
Releyendo por última vez la carta de confirmación del Rey Son, Kihyun soltó un suspiro y miró a Jooheon quien estaba comiendo una galleta, habían terminado de tener su tertulia mensual de su pequeño club de lectura.

—¿Emocionado de ver a tu amor?

Pudo escuchar de su hermano con un tono pícaro y una sonrisa.
Kihyun solo atinó a chasquear la lengua y Jooheon soltó una risa.

Me gustaba cuando tenía... ¿diez años?, pronto voy a cumplir veintiocho, Jooheon. Hace bastantes años dejó de ser mi amor. —Respondió Kihyun, un poco avergonzado de que su hermano recordara eso.

Fue tu primer beso. —Dijo Jooheon.

—¡El tuyo también!.

Jooheon solo negó con la cabeza y fue hasta su cama, seguido eso Kihyun se le unió.
Siempre se sentía sorprendido por el gran sentido de la orientación que tenía el heredero.

¿Realmente tengo que ir al baile? —Preguntó finalmente Lee, recargándose en el hombro de Kihyun.— No quiero recibir lástima, eso es una total mierda y una humillación.

Kihyun solo negó con la cabeza y tomó la mano de Jooheon.— Lo siento...

—No te disculpes, fue mi culpa en primer lugar por ir a Solancia, ahora todos los tratos que hiciste están arruinados.

Kihyun apretó más fuerte la mano de su hermano, sabía que Jooheon lamentaba mucho haber "arruinado" todo el trabajo de Kihyun.— De todos modos, no eran tratos tan buenos. —Comentó de forma juguetona intentando aliviar el estado de ánimo.— Tal vez si yo hubiera quedado ciego, nuestra relación con Solancia no se hubiera visto tan afectada.

Y Kihyun tenía un punto, los súbditos no eran muy afín a él, más que nada porque no lo conocían tan bien como al heredero y por su serio rostro que siempre tenía en todos lados, la gente no confiaba mucho en él.
Las personas prefieren caras conocidas y amables, con rasgos suaves, no rasgos duros como los de Kihyun.

No. —Respondió Jooheon.— tal vez sería peor por qué si tú hubieras quedado ciego yo mismo iría y le arrancaría los ojos al rey Shin y se los daría de comer a los perros callejeros.

Kihyun negó con la cabeza y abrazó a Jooheon, por lo menos en Valerian había una persona que lo quería y con eso le bastaba.

Se quedaron abrazados por unos momentos hasta que entró ese joven quién había estado siendo el fiel perrito faldero de Jooheon.
Cuando Jooheon sintió la presencia de Changkyun su rostro cambió por completo, una sonrisa de oreja a oreja se formó en sus labios, como si el chico fuera la melanina del Sol y llenara su piel de vida.
Como si fuera agua en un desierto, como si cuando estuviera con ese chico de la nada tuviera vista otra vez.
Kihyun para ser sincero no le veía nada de especial a ese joven, más que nada porque no podía ver muy bien el rostro el cual siempre está cubierto con un velo. Y si bien, los ojos son la ventana del alma, Kihyun sólo veía unos profundos y obscuros ojos llenos de muchos sentimientos difusos, pero la maldad no estaba en ellos.
Era lo único en lo que Kihyun se podía sentir seguro.

Príncipe... —Dijo el joven dirigiéndose a Kihyun, sólo levantó una ceja en señal de qué lo estaba escuchando para que prosiguiera, tartamudeando un poco el joven continuó.— Los reyes me mandaron a decir que si usted desea, puede interactuar con quien guste en el baile gracias a la excelente organización.

¿Desde cuando los reyes se habían portado tan benévolos con él?, parecía un arma de doble filo.
Hace mucho tiempo Kihyun dejó de considerar a los reyes como sus padres, las veces en las que quería amor paternal ellos nunca estuvieron para él, lo reyes tenía de prioridad a su heredero.
Si no fuera por Jooheon que desde niños había sido un hermano dulce y ejemplar odiaría a sus padres y a su hermano.

Kihyun miró la chico y le dió una leve sonrisa, no estaba acostumbrado a ese hombre y se sentía un poco extraño cada que lo veía o interactuaba con él.
Levantándose de la cama le dio una mirada a Jooheon quien se había quitado la venda de sus ojos y lo "miraba" con sus ojos blancos.
El corazón de Kihyun se apretó, no veía feo o aterrador a su hermano, simplemente era ciego y sus ojos no iban a ser como los de todas las personas, su hermano era hermoso.

Tomando el rostro de Jooheon dejó un beso en su mejilla suavemente.— Nos vemos más tarde, Honey.

Jooheon solo asintió y cuando Kihyun estaba en la puerta de la habitación pudo ver de reojo cómo el chiquillo iba a los brazos de Jooheon.
Saliendo de la habitación se encontró con un mensajero el cual le dejó una carta en sus manos, Kihyun con hartazgo suspiró y abrió rápidamente la carta, su expresión cambió de inmediato cuando leyó el nombre del remitente.

"Mi querido príncipe,

La noche se cierne sobre el horizonte y mi corazón late con una anticipación incontenible. En apenas unas horas, nuestros reinos se unirán en un baile mágico, y no puedo evitar sentirme emocionado por la perspectiva de verte en la luz de la luna.

Anhelo la elegancia de su presencia, que ilumina cada rincón del salón, y el sonido de su risa, que es como una melodía en mis oídos. Me encuentro esperando con impaciencia el momento en que podamos compartir este baile y comenzar un cortejo que espero florezca en algo más hermoso y profundo.

Mi querido príncipe, es el destello de luz en mi vida, y en esta noche mágica, deseo que nuestros corazones puedan encontrar un lenguaje silencioso que solo el amor puede comprender. No puedo evitar pensar en lo afortunado que soy de tenerte como compañero.

Espero que esta carta llegue a tus manos y que mi mensaje alcance tu corazón. Estoy contando los minutos hasta que pueda sostenerte en mis brazos y perdernos juntos en el baile de esta noche.

Con todo mi amor y anticipación,
Príncipe Chae Hyungwon de Thalendir."

Mientras deslizaba la carta de Hyungwon entre sus dedos, Kihyun no pudo evitar sentir un cálido rubor que le subió por las mejillas. Las palabras de Hyungwon eran tan dulces y llenas de promesas que le hicieron sentir mariposas en el estómago y mil terremotos en el corazón.

"¿Un cortejo?" pensó Kihyun, su sonrisa creciendo mientras leía esa parte. "¿cómo podría resistirme a esa propuesta?"

Sus ojos se posaron en la última línea, donde Hyungwon expresaba su anticipación. Kihyun no pudo evitar que su corazón latiera con fuerza y sus ojos brillaran con emoción. "Estoy afortunado de tener a alguien como él en mi vida", pensó.
Acarició la carta con ternura antes de doblarla cuidadosamente y guardarla en su pecho, cerca de su propio corazón. La idea de perderse en el baile de esa noche con Hyungwon le llenó de anticipación y emoción. Sabía que esta noche sería mágica.
























Muchas gracias por leer 💓
Capítulo de regalo 🎁

Cuando la magia vuelve - HyungkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora