Cuando la magia vuelve - Hyungki

Capítulo 13 - Despedida

Después de hacer su escándalo en la finca Kihyun había estado huyendo un poco de los reyes, más que nunca ahora estaba centrado en su trabajo y Dios... nunca lo había disfrutado tanto.
Iba de un lado a otro por todo el reino y cada que alguien de la corte le decían que los reyes lo estaban buscando Kihyun torpemente se excusaba y decía que estaba ocupado preparando cosas para el pueblo, planeando un festival de primavera el cual hacía falta bastante tiempo.
Aunque al final de cuentas tenía que enfrentar a sus padres.

Como en ese momento en el que ya no tenía nada de trabajo y estaba esperando a que llegaran los reyes a su estudio.
Kihyun estaba cómo siempre, su postura perfecta, sus manos sobre sus rodillas, su rostro serio pero en el interior estaba temblando y con su estómago revuelto.
Ya era un hombre adulto, no debía que estar tan temeroso al enfrentar a los reyes, ellos dejaron de tener bastante autoridad en el momento en que relegaron todas sus tareas a Kihyun.
Mirando una ultima vez su reloj escuchó cómo la puerta del estudio se abría y por ahí entraba la imponente figura de la reina y el rey.
Tragando saliva Kihyun rápidamente se puso de pie para hacer una reverencia.

En la majestuosa sala, el ambiente se impregnaba con la solemnidad propia de la realeza. Los reyes, con miradas serias y gestos imperturbables, se dirigieron a su hijo Kihyun, quien permanecía ante ellos con la cabeza inclinada, consciente de que tal vez había cometido un error grave.

El rey, su padre, con su voz profunda y autoritaria, rompió el silencio.—Kihyun, has cometido una imprudencia que no podemos pasar por alto. ¿Cómo te atreves a despedir a los magos que sirven para tu hermano? Eres inconsciente y, francamente, tu acción es inaceptable.

Kihyun, sintiendo el peso de las palabras de sus padres, mantuvo la mirada baja. El rey continuó, su tono cortante resonando en la sala.—Solo tienes una tarea, Kihyun, y es cumplirla con diligencia. No puedes permitirte el lujo de comportarte como un niño caprichoso e inútil. Este reino depende de decisiones sabias, no de arrebatos impulsivos como el tuyo.

La reina interrumpió, su expresión gélida.—¿Realmente crees que tus acciones no tienen consecuencias? ¿No pensaste ni un momento en tu hermano?

El silencio se apoderó de la sala, dejando a Kihyun sumido en la vergüenza y el remordimiento.
Si tan sólo supieran que eso mismo lo hizo por su hermano pero ellos no entenderían, nunca lo hacen de todos modos.

Ante el regaño de sus padres, Kihyun alzó la mirada con determinación, dispuesto a explicar sus acciones. —Rey, Reina, sé que mi decisión de despedir a los magos puede parecer imprudente, pero hay razones que deben conocer. Los magos a los que di de baja no eran capaces de curar a Jooheon. Lo he intentado, he buscado en todas partes, pero ninguno de ellos posee la habilidad necesaria para salvarlo. —El tono de Kihyun adquirió una intensidad medida mientras continuaba.—Conozco a un mago, uno de gran renombre, que tiene el poder de sanar a Jooheon. Sin embargo, lamentablemente, no está disponible de inmediato. Requiere tiempo, pero estoy seguro de que podría salvar a mi hermano.

Kihyun se esforzó por mantener la compostura mientras proseguía.—Entiendo la importancia de mi deber, pero también espero que valoren el esfuerzo que he puesto para encontrar una solución. No actúo impulsivamente; lo hago con la intención de que Jooheon esté bien.

Los Reyes simplemente se quedaron callados, mirando con detalle a Kihyun.
Ellos creían que con una mirada podían hacer que las piernas de su hijo menor temblaran pero Kihyun había estado bastante entrenado en ese aspecto, nada que hicieran o que dijeran los reyes podían asustarlo, ya no tenía veintiún años, ya no les tenía miedo.

Tienes menos de un mes para que ese mago tan prestigioso venga y cure a tu hermano, no creas que no sabemos las barbaridades que estás haciendo. —Habló la reina de nuevo.— ofreciéndote al primer príncipe que te habla bonito.