11. Showed me what my heart was worth

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Su piel era delicada y suave, sin rastros de impureza.

Se sentía como acariciar una porción del cielo, de aquellos privilegios divinos que uno debía ganar para poder disfrutarlos.

Era frágil, Taehyung la tocaba con cuidado, rozando las yemas de los dedos sobre ella. Como si tuviera miedo a romperla, como si fuera porcelana, la más fina y cara que existía.

Era apenas una caricia, pero para Jungkook era estímulo suficiente para levitar por el cosmos.

Suspiró con profundidad cuando la mano del alfa terminó el recorrido de su brazo, antes de tocar su muñeca y dirigió ambas manos hacia el borde de su camisa del uniforme. Jungkook, acostado en la cama de ese alfa, se puso rígido, sus músculos se convirtieron en plomo y su pecho subía y bajaba con fuerza.

Ya habían avanzado hasta allí, lo más lejos que había llegado en su vida en cuestiones de intimidad y rebeldía.

Él ya le había mentido a sus padres sobre estar en la biblioteca estudiando, se había atrevido a tomar el autobús hasta la casa de Taehyung, entró en su habitación, lo besó, se acostó en su cama y ahora estaba a punto de quitarse la ropa.

Un mes atrás era un muchacho que ni siquiera había dado su primer beso y hoy es esta persona pícara y atrevida.

Sin embargo, esa picardía y atrevimiento tenían un límite, aquel que lo frenaba cada vez que debía probar algo nuevo y su timidez lo atacaban.

Y eran en estos delicados momentos en lo que Kim Taehyung, el alfa más dulce y tierno, sacaba a relucir su empatía y caballerosidad mirando al omega a los ojos, sin juicio en su mirada, tan sólo una profunda compresión.

La mano de Taehyung perdió fuerza y hasta se apartó un poco.

"Sabes que si no quieres hacer algo, sólo debes decirlo. Yo frenaré en el momento en que te sientas incómodo, ¿sí?" Su voz era caramelo. "Yo voy a tu ritmo, Kook"

Jungkook se atrevió a devolverle la mirada.

Durante un mes, Jungkook fue capaz de disfrutar de aquella dulzura, de aquel aroma menta tan contrastante con el alfa que lo portaba. Fue capaz de descubrir la verdadera persona debajo de la capa espesa de rumores que rodeaba a Kim Taehyung, pudo descubrir quién era ese joven tan misterioso y se dio cuenta que su corazón desarrolló un latido completamente distintivo y exclusivo para él.

Se podría decir que eran novios, que se besaban en la azotea de la escuela, que Jungkook se escapa a esa casa ubicada en los suburbios más peligrosos de Busan y le decía a sus padres que estaba estudiando en la biblioteca, pasaban tardes enteras juntos y almorzaban juntos en el comedor, a la vista de todos.

Y Jungkook era consciente de que en un noviazgo, era normal esperar este tipo de intimidad... y un poco más.

Incluso si todavía no estaba familiarizado con el sexo y no entendía varias cosas de él, el omega quiso contentar al alfa y por ello asintió con la cabeza.

"¿Qué, Kook?" Taehyung murmuró, buscando la comodidad del omega por encima de la propia.

Jungkook coloreó sus mejillas de un rojo intenso, ardiente.

"Puedes... seguir..." dijo en voz baja, como si estuviera diciendo un secreto.

El alfa ladeó la cabeza.

"¿Seguro?" quiso la completa seguridad y cuando la recibió como un asentimiento por parte del omega, dio un último aviso. "Cuando quieras parar, dímelo"

MILLION REASONS | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora