Eres Mío (Hiatus Temporal)

20. Espejo

Astuto... Sunghoon era muy astuto. Demasiado para ser una persona común y corriente.

Bajó hasta el sótano con una maleta. La misma contenía infinidad de ropas de Sunoo y objetos que él solía usar diariamente. La dejó a un lado de su cama y sonrió.

— Para evitar que te aburras. Saldré. Vuelvo luego.

Y se fue... Como siempre hacía, con la diferencia de que dejó la puerta sin llave apropósito.

. . .

Cuando llegó al arcade, miró su reloj. No habían llegado y eso comenzaba a ponerlo impaciente.

— ¡Boo!

Nishimura trató de asustarlo estando detrás de él pero Sunghoon no tuvo ni la más mínima reacción. Se dió vuelta, mirando al menor con una mirada filosa que luego se dirigió a Heeseung.

— Lo siento...

— ¿Qué vamos a jugar? — El pelinegro ignoró las disculpas del menor. —

— Lo primero que veamos, ¿No? Ven, vamos.

Heeseung le dió palmaditas a Riki mientras entraban al arcade, seguido de Sunghoon.

La mayoría de juegos que había, Nishimura ya conocía bien cada uno de ellos, Sunghoon ya tenía un truco para ganarlo o Heeseung... Bueno, él apenas estaba familiarizado con los juegos.

Primero jugaron al tejo.

Luego estuvieron en las máquinas de peluches.

Pasaron a un tragamonedas a pedido de Sunghoon.

Y por último, terminaron canjeando infinidad de tickets ganados justa y a la vez injustamente por los tres, aunque serían dos, pero contamos la participación de Heeseung.

Salieron del lugar, viendo la felicidad del menor, quién cargaba con un revólver claramente falso.

Apuntó a sus dos acompañantes en broma, sin jalar el gatillo.

— Si querías un arma me la hubieses pedido. Tengo un revólver real. — Comentó Sunghoon.

Heeseung y Nishimura se miraron fijamente mientras que el mayor de ellos tragaba saliva algo pesado... En ningún momento le mintió sobre sus palabras de hace rato a Riki.

Pisotear.

Cualquier.

Cosa.

Por.

Sunoo.

Podría usar su revólver para darle un tiro en la cabeza a Sunoo... Sí, no era mala idea.

— Iré a casa. Me divertí con ustedes. Cuídense de camino a casa.

Sunghoon se cruzó de brazos mientras observaba como Heeseung se iba.

Se acercó a su moto y agarró el casco, colocándolo en la cabeza de Nishimura con cuidado. Subió a la moto y ayudó al menor a subir también.

Arrancó y comenzó a dirigirse con cuidado hacia casa, esperando no encontrar un desastre.

. . .