Eres Mío (Hiatus Temporal)

18. El testigo

Él había sido testigo de todos los sucesos extraños.

Fue testigo de cuando Sunghoon salió de la casa de Sunoo por la madrugada.

Fue testigo de cuando cargaba a Riki en brazos.

Fue testigo de aquella noche en que Sunghoon salió por la madrugada de la casa de Sunoo.

Fue testigo de ver como cargaba a Sunoo en brazos.

¿De qué más sería testigo...?

¿Había explicación para sucesos tan extraños?

Riki no le respondía desde ese mismo día en que lo vió en brazos de Sunghoon... ¿Tenía algo que ver?

¿Debería llamar a la policía?

No. No podía hacerlo sin pruebas de que realmente algo extraño estaba sucediendo.

— Jay, ¿Estás libre hoy?

— Por la tarde. Jungwon irá a la casa de Sunoo, así que podríamos juntarnos.

— Bien. Te espero entonces.

Jay colgó la llamada y se dirigió a dónde estaba Jungwon.

— Bebé, ¿Irás a ver a Sunoo? — Se acercó hacia donde estaba y lo rodeó con sus brazos por la cintura. —

— No. — Respondió en un tono seco. —

— ¿Por qué estás enojado?

— No estoy enojado.

— Tu tono de voz te está delatando, cuéntame.

— Sunoo canceló sus planes.

— ¿Eh? ¿Así de la nada?

— Sí.

— ¿Te dijo por qué?

— No.

— ¿Le preguntaste?

— Sí.

— ¿Me puedes decir otra cosa que no sea ni si ni no?

— No.

— ...

El mayor suspiró y agarró el teléfono de Jungwon, el cuál estaba encendido en el chat de Sunoo. Cuando lo levantó, ambos vieron un gran texto allí, por lo cual se apresuraron a leer.

— ¡¿QUÉ?! ¡¡¿SU HERMANA?!! — Jungwon fue el primero en reaccionar. — ¿Cómo que está en el hospital? ¿Y si la vamos a ver?

Jungwon agarró a Jay de su remera y la tiró un poco, como si fuese un gato.

— Wonnie... Aquí dice que tomó un vuelo, no están aquí.

— Mhwa... ¿Y ahora qué hago? — Soltó su remera y se refugió en su pecho. —

— ¿Quieres venir conmigo? Voy a salir con...

— Con Jake, por la tarde, cuando supuestamente yo me iba. Sí, llévame.

— Te gusta escuchar mis conversaciones, niño.

Jay sonrió y revolvió el cabello de su lindo novio, robándole un beso luego de eso.

. . .

— Mmh... ¿Riki...?

Sunoo se estiró sobre la cama. Se sentó en el borde y frotó sus ojos, abriéndolos.

Lo que vió... ¿Dónde estaba? ¿Qué era este lugar?

Una silla.

Un plato que parecía haber sido utilizado hace tiempo.