Amor de hermanos

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El Potterverso es de Rowling

El Potterverso es de Rowling


Bill estaba terminando de ponerse su túnica de gala.

— ¿Crees que Fleur saldrá corriendo? — preguntó dudoso.

Charlie se rio.

— Si ha decidido ir a vivir a Inglaterra cuando regresó Quién-Tú-Sabes, venir a luchar a Hogwarts cuando entraron los mortífagos, ayudar a salir a Harry de Privet Drive... no va a salir corriendo por ver a su futuro esposo en el altar.

Bill sonrió más tranquilo.

— Tienes razón. ¿Recuerdas lo idiota que fui cuando la conocí?

— Pues claro. "Hermanito, ¿sabes quién ha empezado a trabajar hoy en Gringotts?". — Charlie imitó la voz de Bill. — "La rubia francesa del Torneo de los Tres Magos. Es una niña rica, mimada".

Charlie se puso al lado de su hermano para terminar de alistarse también.

— Fui un poco prejuicioso... — admitió Bill. — La gente rica y superficial nunca me gustaron.

— ¡Y Fleur te calló la boca salvándote de un dragón cuando bajasteis a las bóvedas! — se mofó Charlie.

— Pero rectifiqué mi error. Y me disculpé, invitándola al Callejón Diagon. Y Fleur me pidió ayuda con su inglés, porque le costaba la escritura.

— Y en esas clases... ¡caíste rendido en brazos de la francesa! — Charlie habló con voz melosa y le golpeó en el hombro. — Todavía recuerdo cuando abriste la puerta de sopetón y exclamaste "hermanito, estoy enamorado". — Charlie abrió sus enormes brazos como si abrazara a alguien.

— ¡Cállate! — la voz enfadada de Bill contradecía su sonrisa.

El menor de los dos hermanos se sentó en su cama.

— Ya no compartiremos habitación juntos... — sonó con voz apagada.

— Llevamos tiempo sin compartir habitación, Charlie... Después de graduarme, me fui a vivir a Egipto y tú fuiste a Rumanía...

— Pero a partir del Mundial de Quidditch del 94, volvimos a dormir en la misma habitación... Incluso en Grimmauld Place dormíamos juntos.

— Sí, yo también echaré de menos nuestras charlas nocturnas.

— Pero, cada día te despertarás con una hermosa rubia al lado... ¡seguro que ya tienes ganas de que llegue la noche de bodas! — Charlie movió las cejas arriba y abajo en tono seductor.

— ¡Imbécil! — blasfemó Bill.

En ese momento, oyeron una explosión abajo y ambos hermanos sacaron la cabeza por la ventana de su habitación.

Vieron a su madre regañar a los gemelos en el jardín de la Madriguera.

Una escena, a la que todos los pelirrojos estaban acostumbrados. Por eso no le dieron más importancia y siguieron con su conversación.

— ¿Por qué crees que los regaña ahora? — preguntó Charlie.

— Imagino que con la sorpresa que me tienen preparada para después de la ceremonia... — respondió Bill.

— Pues mamá no parecía muy contenta...

Ambos hermanos rieron.

— ¿Bajamos a ver cómo ha quedado la carpa?

— Vamos. — Charlie abrazó a Bill. — No puedo creer que vayas a casarte.

— Yo tampoco.

Soltaron enormes carcajadas.


Todavía no había escrito sobre estos dos Weasley, tenía que ponerle remedio.

Creo recordar que Bill y Charlie compartían habitación... sino, hagamos como que sí. Creo que ambos deben tener una relación muy estrecha. Se llevan solo dos años y Bill le pidió a Charlie ser su padrino.

Hasta la próxima

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