Balto y Sonic

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El Potterverso es de Rowling

Benjamin y Kenneth estaban en su habitación con sus nuevas mascotas recién compradas ese día en el Callejón Diagon. Edelweiss estaba jugando con una Nintendo en su habitación.

Benjamin le lanzaba una pelota al crap y este la recogía y se la devolvía para volver a iniciar el juego.

Kenneth acariciaba las patas del knarl con cuidado de no pincharse con los pinchos y de no tocarle las vendas con las heridas.

Ambos estaban en silencio, pensando los nombres para sus mascotas.

— ¿Qué nombre le pondrías a un perro con dos colas? — preguntó Benjamin.

— Pues el mismo nombre que un perro con una cola. Al menos tú lo tienes más fácil que yo. ¿Qué nombre le pondrías a un erizo? — contestó Kenneth.

— ¡Ya lo sé! — exclamó Benjamin. — ¡Balto! ¡Cómo el perro de esa película!

— Es un buen nombre. ¿Me ayudas a elegir uno para mi knarl? Lástima que no conocemos a ningún erizo famoso.

— ¿Cómo que no? — Benjamin estaba incrédulo. — Sonic. El de los videojuegos.

— ¡Claro! Se llamará Sonic. — Kenneth estaba contento de tener un nombre también para su mascota.

Dudley entró en ese momento al comedor.

— Papá, ya tenemos nombres para el crup y el knarl. — le comentó Benjamin. — Mi perro se llama Balto.

— Y mi erizo se llama Sonic.

— Como los personajes de la película y los videojuegos. — pensó su padre en voz alta.

— ¿Te gustan?

— Claro, tenemos que enseñarles algo de nuestra cultura a los magos.

— Sí. — respondieron los niños felices.

En ese momento, sonó el teléfono.

Dudley lo cogió.

— ¿Diga? Hola, Harry. Sí, los niños ya han elegido los nombres de sus mascotas. Después si quieres puedes hablar con ellos y te los comentan. ¡Qué bien! — Dudley, puso una mano en el auricular del teléfono y miró a su hijo mediano. — Kenneth, la amiga del tío Harry estará encantada de ayudarte a domesticar a tu erizo. Harry le ha dado nuestra dirección y vendrá mañana.

— ¡Qué bien! — exclamó.

— Vuestro tío quiere que os pongáis al teléfono y le digáis los nombres de vuestras mascotas.

Benjamin y Kenneth se levantaron, con algo de pereza, y le dijeron a su tío los nombres de sus mascotas. Después de hablar un rato de Hogwarts y el Callejón Diagon, colgaron.

— Llevad vuestras mascotas al cuarto antes de que a vuestra madre le dé algo.

— Niños, ¡venid a poner la mesa! — gritó Fiona Dursley desde la cocina.

Los hermanos Dursley obedecieron a regañadientes.


Ya quería escribir de estos dos dando nombre a sus mascotas. Podría decirse que este drabble es una secuela de Los Dursley en el Callejón Diagon.

También podéis leer de esta familia en Reencuentro y Recuerdos.

Hasta la próxima

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