Parte sin título 36

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VII.

Para ser una mujer es imprescindible hallar nuestra voz, encontrarla será el inicio de una serie de acontecimientos importantes, ya que en la sociedad el empoderamiento femenino suele ser visto como una osadía y en algunas culturas una falta de respeto, en lo que a mi concierne, creo que cada puerta que nos digan que no crucemos es una oportunidad para crecer, pero, ¿qué pasaría si nuestra voz fuera arrancada de nuestra garganta? O peor, si fuera señal de una desgracia. Esta tarde, Aura, la maestra Laurel, junto con otras, son las encargadas de entregar s los niños a sus padres, la directora Ortiz está reunida con los padres de un niño del tercer nivel, al salir de la reunión les informa a los demás:

—Chicas no esperen a los padres de Andrew Vegas por un tiempo..., —Le indica la Directora.

— ¿Lo retiraron de la institución?, —Pregunto Laurel.

—No, Andrew desapareció hace tres días, por eso no habían venido, esta mañana el cuerpo de Andrew fue hallado degollado con la garganta descuartizada en un parque, su familia está destrozada. La unidad de victimas especiales de la policía me llamo también, ya una niña de ocho años de una escuela al lado este de la ciudad había sido secuestrada en las mismas circunstancias y también fue asesinada. Se cree que es una banda de traficantes de órganos.

La explicación deja a todas las maestras tristes, preocupadas y aterradas, Aura interviene:

—Debemos ser valientes y seguras por los niños. Sus padres confían en nosotros, si estos es cierto, debemos reforzar la vigilancia en la hora de entrada, salida y el receso. Personas que hacen eso no merecen que les tengamos miedo.

—Aura tiene razón, por los niños, debemos prepararnos, —Declaro Laurel.

—Ya la policía redoblara la vigilancia en todas las escuelas de la ciudad y emitirán un comunicado en el transcurso de la noche, —Secundo la Directora.

Luego de esta noticia, todas esperan que cada niño sea entregado sus padres, no pueden evitar vigiarlos hasta suben a sus autos o esperan que se pierdan de vista mientras caminan sonriendo con sus padres. Aura lista para irse se dirige a la camioneta, lo de Andrew la dejo un poco desanimada, sin contar que ha estado pensando mucho en Billie y Ricardo, según me dijo en la mañana debía terminar con esta incertidumbre, así que le pedio a Billie verse, ambos se reunen en My Sweet Coffe Shop, la conversación es muy cortes y graciosa, pero Aura decide soltar todo:

—Billie, quería darte las gracias por todo lo que pasamos, por ser tan excelente hombre, bombero y amigo. Pero, yo..., —Aura hace una pausa para tomar aire y prosigue, —No creo que pueda seguir con lo nuestro.

— ¿Es por Ricardo no es así?, —Le cuestiona sonriendo Billie, —Veo como lo miras, y como él te mira a ti Aura. Es profundo. Me gustas mucho, pero quiero que tu estés dispuesta a estar conmigo porque quieres, no por huir de alguien más.

—Yo no huyo de Ricardo, es difícil ahora todo.

—Si todo es difícil, no lo compliques más Aura, si Ricardo y tu tienen u pasado turbio y aun se quieren. No tires por la borda todo eso, si después de eso que pasaron aun sienten algo el uno por el otro. Yo lo intentaría otra vez, —Le aconsejo Billie.

—Eres muy bueno racionalizando. ¿Solos amigos?, —Le pregunto Aura.

—Mi corazón roto, exige un mes de donas gratis para mi estación.

— ¡Esta hecho!, —Afirmo Aura riendo.

—Aura...No te arriesgues a volver a perder lo que te haría feliz. Alguien como tú, merece todo lo bueno que pueda pasarle. Nos vemos, —Dijo Billie saliendo del café y volviendo al camión de bomberos.

Magia en los suburbiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora