𝟎𝟎𝟒: 𝚍𝚎𝚌𝚕𝚊𝚛𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜

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Dos días habían pasado desde que Edgar había logrado estabilizar a Fang, en esos días Fang demostró una leve mejoría en su estado, pero también vieron muchas desmejorias, como que la masa muscular del héroe estaba disminuyendo y eso no representab...

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Dos días habían pasado desde que Edgar había logrado estabilizar a Fang, en esos días Fang demostró una leve mejoría en su estado, pero también vieron muchas desmejorias, como que la masa muscular del héroe estaba disminuyendo y eso no representaba nada bueno.
Fang despertaba cada tres horas cronometradas, parecía que tenía un reloj interno que lo despertaba siempre.
Cada vez que podía comía algo o bebia água, pero se agotaba y quedaba rendido.

El científico ya estaba cansado y enojado, cada pista que recibía de la extraña condicion siempre lo llevaba a lo mismo, era un carrusel sin fin.
Pero están seguro que luego de un merecido descanso estaría como nuevo, Fang ya no representaba ninguna amenaza y parece ser que Edgar tampoco era una amenaza para Fang ya que este mismo dormía tan plácidamente que le causava envida al emo.
Llevando una mano a su espalda desconecto un cable medio ajuga que estaba conectado al final de su nuca, ambas serpientes se replegaron, estaban contadas a un armazón metálico que recorría toda la columna y se ajustaba con brazos a cada costilla.
El color de la piel del villano volvía a un tono saludable y su esclerótica se volvía blanca nuevamente, esto era un contra por usar sus serpientes, estás mismas estaban conectadas directa mente a su cerebro y sitema nervioso eran una extensión de su cuerpo.

El azabache se recostó en su cama, tenía mucho de que pensar, una de esas preguntas que debía pensar era: ¿por qué estába tan decidido en curar al Heroe? Su mayor enemigo se encontraba a su total merced y el lo están ayudando a recuperar de una extraña enfermedad supuestamente. El podía simplemente ir y marlo y luego lograr su cometido de destruir a todos los héroes, pero aunque no le gustará admitirlo le agradava Fang todos esos altercados que tuvieron, grandes peleas y divertidas conversaciones en medio de una batalla lanzándose insultos, le gustaba como se comporta a el nuevo Fang tan tranquilo y obediente a todo, Edgar estaba muy asombrado de que el héroe confiara tanto en el.
Sin darle más vueltas al tema decidendo que la mejor respuesta al tema era que destruirá a los héroes sería muy fácil sin Fang y eso lo hacía aburrido, se acomodó nuevamente en su cama y se preparó a dormir.

El asanach durmió exacto tres horas, levantado se de su cama y colocándose ropa de civil, un hizo con una calavera y unos pantalones cargo negros, sus zapatos y una larga bufanda a rayas.
Camino hasta su laboratorio, donde descubrió que si invitado se encontraba aún durmiendo plácidamente. Se acercó hasta al Heroe y comprobó sus signos vitales, por suerte estava todo en orden.
Edgar no pudo apartar la mirada, la cara de Fang se veía tan tranquila y serena que le tramita calma al villano, contempló un poco más y se centró los rasgos del rostro, tenía una fina nariz media respingada en la punta, unas gruesas cejas, largas pestañas azul oscuro y por último unos gruesos labios rojos y húmedos.
El asiático despertó, y su vista lo primero que enfocó fueron unos ojos negros profundo como un abismo sin fin o el cielo nocturno en luna nueva, un espectáculo.

- Me alegra que hayas despertado, duermes demasiado - hablo el azabache y se elejo de Fang tomando camino a una máquina.

Fnag solo miraba confundido, Edgar estaba diferente su piel no era verde opaca y sos ojos no eran amarillos aunque conservaron ese hermoso negro.

𝐥𝔫𝔳𝔢𝔯𝔬𝔰𝔦𝔪𝔦𝔩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora