𝟎𝟎𝟖: 𝙸𝚗𝚏𝚘𝚛𝚖𝚊𝚌𝚒ó𝚗 ✓

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El sol recién salía, llenando las calles y casas con su luz tan cálida y acogedora

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El sol recién salía, llenando las calles y casas con su luz tan cálida y acogedora. Edgar caminaba entre callejones aún oscuros; había pasado una noche larga, golpeando a algún que otro delincuente. No porque sea un héroe ahora, sino para robarles información. Estuvo toda la noche peleando con "villanos" de pacotilla, que al solo verlo temblaban; él era uno de los villanos más influyentes, todos le tenían respeto y algunos admiración. Entró por una derruida puerta que llevaba directo a una escalera y a un bar viejo abandonado. Se paró frente a una pared y de esta misma salió una pequeña cámara que lo escaneó de arriba a abajo, sonando con un pitido de aprobación fue que se abrió la pared dejando paso a su laboratorio.

Al entrar, Edgar se estiró; era reconfortante estar en casa luego de tanta acción. De repente, una de sus serpientes lo golpeó y señaló moviendo su cabeza hacia la actualmente vacía camilla. El científico se movió rápido acercándose a la camilla, miró rápido en la mesita médica estaba la jeringa actualmente vacía. Su mente entró en pánico. ¿Qué sucedió mientras no estaba? Corrió por toda la guarida, recorrió rápido y silencioso, no vaya a ser que caiga alguna trampa.

Entró en su habitación, abriendo rápido la puerta y entrando de un sigiloso salto.
Suspiró largo y tranquilo; allí estaba el hombre de sus preocupaciones acostado cómodamente durmiendo en su cama. Algo atrevido pensó, acercándose a la cama pudo ver cómo estaba acostado el asiático, estaba envuelto en la sábana con un pie hacia afuera, abrazaba la almohada, su cabello estaba desordenado y un fino hilo de saliva corría por su boca abierta. Para cualquiera esto sería un momento para reír y burlarse de la otra persona, pero para Edgar esto le parecía adorable, ver a Fang envuelto en sus sábanas tan tranquilo, le daba una sensación de seguridad, que allí dentro de su guarida y su cuarto nada le causaría daño al héroe.

Parte de la salida que tuvo no fue solo para buscar información, sino para aclarar sus ideas y sentimientos. En este mes y medio había sentido algo raro por el héroe, las primeras semanas que estuvieron juntos se sintieron muy tensas, con Fang siempre a la defensiva y Edgar siendo antisocial como siempre, fue difícil que iniciara algún tipo de conversación que no terminara en burlas. Pero de alguna manera ambos se abrieron a nuevas posibilidades, si tenían un alto al fuego debían confiar entre ellos. Fue ahí, desde ese momento, que decidieron abrirse que Edgar comenzó a tener sentimientos extraños hacia el asiático; él nunca negó que Fang no fuera guapo, por algo era uno de los superhéroes más famosos.
Esta noche la usó para aclarar esos sentimientos tan extraños, golpeando a muchas personas. Pero lo positivo es que si logró ambos objetivos en la noche: obtener información y darle un nombre a este nuevo sentimiento.

Fang empezó a removerse entre las sábanas, abriendo lentamente los ojos y volviéndolos a cerrar. Lo primero que vio fue la figura imponente de Edgar.

— Buenos días, Dormilón. Espero que hayas pasado una buena noche — Dijo bromeando el azabache.

— Buenos días Edgar — Bostezó, aún estaba medio dormido.

— ¿Dormiste cómodo? — Rió bajito.

— Ah, sí. Tu cama es muy cómoda — Se acurrucó más entre las mantas. Hasta que su mente hizo clic y se dio cuenta. — En mi defensa, la camilla es muy incómoda — dijo buscando la forma de ocultar que durmió en su cama sin permiso.

— No tengo problema, solo que te ves muy cómodo ¿no? — dijo señalando la saliva en su almohada.

— ¿Cómo te fue ayer? — Fang cambió rápido el tema, no continuaría bajo los juegos de Edgar.

— Nada nuevo, nomás que conseguí algo de información —

— ¿Información sobre qué? — preguntó sentándose en la cama aún envuelto.

Esto le ganó una sonrisa al científico — Información importante sobre la siguiente pista de quién nos ayudará a curarte — de un salto se sentó al lado de Fang, la cama crujío y se sacudió.

El héroe fue sacudido — Oye, ten más cuidado — resopló fuerte — y ¿Quién es esa persona? —

— Nada menos que tu vieja amiga Rosa — dijo haciendo gesticulaciones con las manos.

Fang palideció, él no quería reencontrarse con ella, la odiaba, le atemorizaba solo la idea de verla en una foto y ahora ella sería la que lo curaría, le tendría que hacer exámenes, clavarle agujas y experimentar con él. Se abrazó a sí mismo, empezaba a sufrir frío.

— Wow, tranquilo, no voy a dejar que te haga nada, voy a acompañarte y no permitiré que te haga algo en contra de tu voluntad. Te protegeré — la última palabra fue soltada en un susurro, esperando que sea lo suficientemente bajo para que no se oiga y lo suficiente fuerte para que transmita su posición.

Fang miró a Edgar, la verdad no deseaba nada ver a Rosa, pero si el científico consideraba que ella lo podía ayudar, él le creería.
El azabache se sonrojó, ver ese lado tan vulnerable del héroe, solo lo hacía ver como un perrito mojado.

— Bien, yo ya estoy cansado, noche larga. Me voy a dormir — dijo dando media vuelta y acostándose, ocultando su sonrojo.

— Está bien — el asiático salió de entre las sábanas, solo para que ocurriera lo mismo de siempre, se descompuso, cayó de vuelta a la cama. Colocando una mano en la cabeza, estaba mareado.

— ¿Hace cuánto tomaste la medicina? — Preguntó preocupado Edgar

— Hace 10 horas — mirando el reloj antiguo en la habitación fue que dedujo el tiempo.

— Ya pasó el efecto, vuelves a ser el debilucho de siempre — Se puso de pie, rodeó la cama y se posicionó frente al héroe, agachándose a la altura del contrario — Pon tus brazos alrededor de mi cuello —

Fang se sonrojó — ¿Para qué o qué? — habló ocultando su nerviosismo.

El villano rodó sus ojos — Necesito ayuda para levantarte, como te voy a llevar hasta el laboratorio, sabes que pesas mucho —

— ¡Ah! Sí, claro — puso sus brazos alrededor del cuello del científico, sus rostros estaban muy cerca, tan cerca que incluso podrían besarse. Pero eso no sucedió, el azabache colocó sus manos por debajo de las piernas y por detrás de la espalda. Fang se aferró más fuerte al contrario cuando fue levantado.

— Me da gracia la familiaridad que tienes al dejarte cargar. ¿Fuiste damisela en apuros en tu vida pasada? — bromeó Edgar

— Cállate — movió su cabeza  evitando el contacto visual, un sonrojo notable se extendía por todo su rostro.

— Cállate — movió su cabeza  evitando el contacto visual, un sonrojo notable se extendía por todo su rostro

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Holaaaa ya volví xD *procede a demorar otros 20 años en actualizar.

¿Que les pareció el capítulo? A mi no me gustó tanto como lo lleve, capas más adelante lo edite :3
Espero que en este capítulo se entienda de qué Edgar es algo sobre protector. Ya que perdío a su familia quise dejarlo como alguien que progeje a quienes ama.

Ahh ¿ Que le pareció el nuevo separador? Lo tengo que poner en los demás capitulos :D

Dato importante, temgo CANAL DE DIFUSIÓN el que quiera pida link. Estaré pasando cosas sobre la historia!!

Bay bay 🤫🧏🏻‍♀️

𝐥𝔫𝔳𝔢𝔯𝔬𝔰𝔦𝔪𝔦𝔩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora