Ｈａｎａｍｉ

15

El frío les recorría todo el cuerpo, de pies a a cabeza. Jungkook manejaba tembloroso y con los dientes titiritando, a su lado estaba taehyung, misma situación.

—Es-s aqu-uí a la la der-echa... —Taehyung señaló el camino para llegar a la panadería. No aguantaba el frío.

Jungkook sólo asintió y giró hacia esa dirección. Habían llegado.

—Qued-date aquí... yo voy.. —Jungkook se bajo de la camioneta y puso los costales sobre una mesita de madera que estaba fuera del lugar. A su suerte no salió nadie para agardecer, así que solo se fue.

—Lleg-guemos a casa... pront-to y y a bañ-ñarnos bien..

Taehyung asintió sin más que decir. Los cubetazos no eran mala idea pero era septiembre y el aire era fresco. Al menos ya no tenían execeso de lodo en su cabello y cara.

"Mí tía se va a enojar"

Y así fue.

—Ustedes 2, estamos en septiembre y se les ocurre darse unos "cubetazos" —july masajeaba su entrecejo, tenía a los chicos enfrente de ella ya bañados.

—Lo sentimos...

—¿Pues qué tanto hicieron para terminar tan sucios?

—Nos caímos en el lodo... pero antes de eso jugamos con las mangueras.

July suspiró profundo. Eran jóvenes.

—Comprendo, solo tengan cuidado y no vuelvan a jugar con las mangueras a menos que sea primavera o verano. ¿De acuerdo?

—Si july —respondió jungkook.

—Ya se pueden ir a su cuarto.

Ambos subieron al instante. Al llegar al cuarto de taehyung ahora también "suyo" entrecerraron la puerta.

Taehyung soltó una risa contenida. No pudo más, se acostó en su cama dejando que sus pies cuelguen.

—Ya tenía tiempo que mi tía no me regañaba así.

—Pues mientras este contigo eso volverá. Te lo dije, soy un remolino de problemas —copio la acción del menor.

—Me iré acostumbrando, es divertido.

Jungkook suspiró y puso una pequeña sonrisa en su rostro. Estaba perdido

                     

                        ☆☆☆☆

Otro día había pasado y ya todo lo resultaba cómodo. Desde que llegó a ese lugar su vida dio un giro inesperado, nunca imagino quedarse y mucho menos por una de las razones. Un joven que lo hace sentir cosas extrañas.

Estaba acostado en una pequeña colina detrás de la casa, era relajante poder descansar.

—Esto es vida.

Después de un rato se estiró dejando la flojera detrás para echar un vistazo al único ruido presente ahí. Era taehyung jugando con mawu, ambos corrían de un lado a otro sin cansancio, una sonrisa llena de paz se dibujo en él. De nuevo.

—¿Qué me has echo granjero?

Se levantó estirándose una última vez, algunos rayos de sol iluminaron el campo, pero solo por un tiempo por la gran nube que los tapaban. Caminó hasta llegar a taehyung que ya hacía recostado en mawu, estaban justo afuera de la puerta trasera.

—Parece que ya se cansaron

—Lo estamos, este chiquillo es muy juguetón. ¿No es así mawu?

El perro sacó la lengua jadeando como respuesta y taehyung sonrió.