Capítulo 2

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No había nada ahí, no había personas, ni animales, ni plantas, ni luz, ni siquiera alguna señal de vida, además de él y qué gracias al miedo que sentía en ese momento, se cuestionaba si eso era estar vivo, conocía ese lugar y sabía como iba a terminar, pero eso no impedía que se sintiera tan atemorizado.

Todo estaba tan oscuro, no sabía  exactamente que debía hacer o a donde ir, nada era certero, nada era seguro, la ansiedad lo invadía, la oscuridad lo inundaba y cegaba sus ojos, ese sucio callejón pronto se desvaneció para dar lugar a un entorno estrecho, uno que conocía muy bien, uno que le aterraba tanto.

-¡Corre!- escuchó a la distancia –¡corre! – la voz era cada vez más fuerte –¡vete Miles! – estaba cada vez más  cerca.

- tío…-susurró al verlo desde arriba, como siempre, se quedaba paralizado en este momento, sin poder reaccionar de alguna manera -¡tío!- gritó, gritó tan alto como su gargante y desesperación le permitieron, así como no había gritado aquel día, una y otra vez.

- ¡Aah!- despertó, luego de tener aquella pesadilla, sentía su pulso agitado y un extraño escalofrío recorrio su cuerpo como si temblase, paso un par de segundos antes de percatarse de su alrededor.

Todo estaba absolutamente oscuro, no había ni una mísera lampar encendida y lo único que le proporcionaba algo que ver eran las numerosas estrellas fluorescentes en su techo. Entró en desesperación, hace ya mucho tiempo que no estaba en completa oscuridad, su pulso se aceleró aún más, comenzó a jadear de ansiedad y miedo a la vez que le era inevitable apretar las sábanas con toda la fuerza que pudo, no podía moverse, podría tomar se teléfono y encender la linterna, pero estaba paralizado, asi como lo había estado en su reciente sueño, sus lagrimas estaban por salir , no podía más, no pasaron más de cinco segundos antes de buscar ayuda.

-¡mamá!- gritó horrorizado- ¡mamáaa!- sentía como su corazón latia a mil por segundo.
Su madre lo escucho de inmediato y no tardó en levantarse preocupada,  intentó encender su lampara de noche y al darse cuenta que esta no encendia supo el porqué su hijo gritaba de terror.

Inmediatamente tomó su celular para usar la linterna de este a la vez que corría a la habitación de su hijo.

-¡Miles! Hijo calma, ya pasó, ya estoy aquí- dejo su celular  sobre la mesa de noche del chico de modo que iluminara la habitación, luego abrazó a su hijo, que pareció sentir un enorme alivio al verla y al no estar más a oscuras, al parecer hubo un apagón en la zona que por caprichos de la vida, fue en la noche y justo a la hora en la que su hijo se había despertado muy posiblemente debido a otra pesadilla.

Su hijo la abrazó , estuvo así un par de minutos hasta que eventualmente su respiración se estabilizó y parecía estar mejor, hasta que se separó y la vio de frente, ella pudo notar su rostro cansado.

-Muy bien ¿lo ves? Todo esta bien- le dijo con una sonrisa que buscaba hacerle ver que todo estaba bien- puedes dormir conmigo hoy si eso te hace sentir tranquilo- ofreció la mujer.

- …tengo dieciocho años mamá- apartó sus ojos de los de ella un poco avergonzado- ya no soy un niño…

-como tu digas hijo, ¿quieres faltar a clases ? No hay problema con que te quedes en casa mañana- su madre lo vio un poco preocupada, no quería dejarlo solo esa noche y que descansara al día siguiente seria lo mejor.
- no hay problema mamá, iré a clases mañana- dijo casi en un susurro, estaba cansado tanto física, como mentalmente; su madre lo pensó un rato antes de aceptarlo y asentir.

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-Gayatri  me dijo que intentará convencer a su amiga de que vaya esta noche …otra vez- le informó Pavitr a su amigo mientras caminaban por los pasillos de la academia directo hacia el comedor de esta.

El Complemento del otro [Gwiles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora