Satoru debe vivir (Sugusato/Satosugu)

Parte 7

(っ＾▿＾)۶🍸🌟

La semana de Getou había comenzado de la peor manera.

Para empezar, la escuela decidió prohibirle llevar a Mahito a misiones hasta asegurarse de que no representara una amenaza para él y los demás. Trató de alegar que su maldición no haría nada que él no ordenara, pero sus superiores no retrocedieron. Una maldición grado especial con conciencia propia era algo que debía ser sellado y estudiado.

Eran ordenes el director.

Frente al profesor Yaga y un par de asistentes principales, Getou estiró la mano en dirección a Mahito, quien había tomado su versión de niño de siete años en un intento de convencer a esos viejos que no lo separaran de su dueño.

-Señor Getou, por favor...-murmuró Mahito con voz quebrada, mientras las sombras que lo constituían parecían temblar en un intento de retener su forma.

El corazón de Suguru se estremeció al contemplar el sufrimiento reflejado en los ojos de Mahito. Aunque era plenamente consciente de que se trataba de un mero truco para convencer a los demás, y de la ridiculez que implicaría considerarlo como algo más que una herramienta, no podía dejar de pensar que realmente esta fallándole después de que él prometiera portarse bien.

"Lo siento, espérame solo un poco" trató de consolarlo mientras envolvía por última vez su energía maldita sobre la esfera.

-Séllenlo- El profesor ordenó mientras los asistentes tomaban la esfera lejos de él.

¿Mahito estaría dispuesto a perdonarlo?

Al día siguiente, descubrió, gracias a un desliz de Nanami antes de partir en una misión con Haibara, que fue Gojo Satoru quien informó a la escuela la existencia de su maldición consciente.

¿Por qué se entrometía en sus asuntos?

Además de informarle que había organizado una misión exclusiva para ambos dentro de dos días, la noticia lo inundó de ira y frustración.

-Piérdete, Satoru- espetó Getou, expresando claramente su desdén por los planes de su amigo.

Por otro lado, Gojo sonrió satisfecho ante la perspectiva de pasar tiempo juntos- Es una orden de la escuela, no puedes negarte- respondió, manteniendo una actitud imperturbable frente a la hostilidad de Getou.

Quizás el destino intervino para evitar un enfrentamiento directo, ya que el día de la misión, Gojo fue convocado para hablar con los "peces gordos" en Kioto. Getou, ignorando al asistente que le informaba del cambio de planes, se dirigió al campo de entrenamiento; tenía asuntos más importantes que atender de todos modos.

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El sol apenas asomaba en el horizonte cuando Getou abrió los ojos. "Todo está silencioso sin Satoru y Mahito merodeando", pensó mientras se sentaba en la cama.

Aprovechando la tranquilidad matutina, se vistió con su uniforme escolar y peinó su cabello con esmero. Después de tanto tiempo, se permitió disfrutar de un desayuno apacible.

Decidido a aprovechar la mañana para leer sobre ataduras celestiales, ya que las clases estaban suspendidas con Gojo y Shoko fuera de la escuela, el tiempo transcurría rápidamente entre libros y pergaminos. Cerca del almuerzo, la quietud de la biblioteca se vio interrumpida por el sonido de su celular. Al ver la llamada entrante de Haibara, Getou contestó con rapidez.

Era raro que sus compañeros lo llamaran a él. Por lo general todos buscaban a Satoru como primera opción.

-Haibara, ¿estas ahí? - preguntó, después de un largo silencio.