Pequeño Troll

Canción de Cuna

Espero que les guste~

Nota: Creo que me quedo super dulce :3

Nota-2: ¡Muchas gracias a quien me ayudo con esto! ^_^

Branch no es muy partidario de la música. Cuando perdió a su familia, en ambas ocasiones, se permitió cantar con libertad y quedo solo, algo que lo marco hasta el día de hoy y las fiestas ruidosas rompe tímpanos del pueblo en realidad no lo ayudaron mucho, logrando odiar un poco la música en general pero era algo que se estaba aliviando poco a poco ahora con sus nuevos hermanos.

Los trolls solo cantaban por cantar, con letras alegres y a veces sin sentido para su gusto, con ritmos demasiado ruidosos para crear locas coreográficas, solo luciendo como si quisieran ser lo más ruidosos de todos pero sus hermanos, ellos tenían un concepto muy diferente de música. Tenían diferentes estilos, diferentes letras, con algo más sentimentalismo y significado tras algunas letras incluso, con tonos más suaves a veces o más movidos, pero cosas que podía disfrutar.

Había sentimientos contradictorios para Branch respecto a la música. Había una parte resentida que no le gustaba, porque se sentía como si solo pudiera traer desgracia y atención no bienvenida a su vida pero ahora, era algo que su nueva familia hacían juntos, que los llenaba de alegría.

Esta dispuesto a darle una oportunidad, incluso si aun lo llenaba de ansiedad un poco.

-¡Deberías escribirle una canción!- exclamó Boom de repente, agitando las manos con emoción notable e ignorando el brillo que caía a su alrededor a favor de rebuscar entre sus cosas.

-¿Una...canción?- Branch frunció el ceño con confusión y aprensión, retorciendo sus dedos con ansiedad. -Yo...no puedo cantar- el solo pensarlo lo llena de terror, sintiendo un nudo formarse en su garganta. El mayor se volteo a verlo con una hoja en mano, relajando su postura al notar la expresión ajena.

-No tienes que cantar- aseguro sin problemas, acercándose para sentarse frente suyo. -Una canción es mucho más que solo música con buen ritmo y letra pegadiza...- sonrió, suave y dulce, tomando la pequeña mano, dándole un ligero apretón que el menor no tardó en devolverle. -...es una forma de expresar lo que hay en tu corazón y en tu mente- hizo un gesto hacia la hoja en blanco que había agarrado y Branch no pudo evitar parpadear, esa era una nueva forma de hablar cobre la música y debe decir que llama su atención, sonaba extraño pero bien al mismo tiempo. -Puedes expresar todos tus sentimientos por tu abuela aquí, como un regalo-

-¿Y qué se supone que debo hacer después?- lo miro, curioso. Había tanto en su mente que le gustaría decir, tanto que expresar, y que no tenía idea de como.

-Lo que quieras- no dudo en decir. -Puedes cantarla en privado, solo para ella o puedes ponerla junto a su foto, eso depende de ti- le entrega la hoja y Branch la toma de manera inconsciente, observando con expresión pensativa, apretando los labios.

Branch lo medita durante días. No tiene las palabras exactas que puedan expresar todo su sentía, porque hay muchas cosas mezcladas y que se había esforzado mucho por enterrar en lo más profundo de su ser, así que se sienta y mira la hoja durante horas, sintiendo que nada de lo que venia a su mente era bueno. Hay tanto por decir, tanto sentimiento que no puede expresar. Esta enojado, esta dolido, quiere llorar y gritar, aunque al mismo tiempo quiere encontrar a sus hermanos solo para poder golpearlos en la cara pero por sobre todo, tiene sentimientos de añoranza, queriendo más que nada tener a su abuela de vuelta y que esta lo abrazara como siempre, tarareando esa canción de siempre junto a su oído.

No cree que pueda expresarse, no por el momento, pero siente que puede traer una pequeña parte de su abuela de vuelta.

-Yo...- retuerce la hoja entre sus manos, sintiéndose ansioso cuando sus hermanos se voltean a verlo. Lucen curiosos y confundidos pero atentos y amables, sin presionarlo para hablar. -...n-no puedo cantar...- lo había intentado pero su garganta parecía cerrarse y ni un sonido salía de él, sintiéndose casi en pánico y algo desesperado. -...pero ustedes si- los mira con una suplica suave en sus ojos, sintiendo un nuda en la garganta, luchando por dejar de temblar. -¿Podrían...?- levanta la hoja, sintiéndose avergonzado por lo poco que esta escrito pero es todo lo que recuerda y lo atesora con toda su alma. Los presentes comparten una mirada entre ellos, Boom luce emocionado, mientras Trickee y Ablaze tiene un suave toque de orgullo en sus expresiones.

-¿Quieres que la cante?- Hype parece entenderlo con facilidad, completando su pregunta, adelantándose y extendiendo la mano en un claro gesto que casi hace que el menor llore en ese instante.

-Por favor- entrega la hoja a la mano brillante, sintiéndose ansioso pero emocionado al mismo tiempo. Se acerca a los demás sentados en el sillón, contento de ser alzado, sin quejarse esta vez de estar en el regazo de Ablaze y observando al líder con atención.

-Veamos...- él tararea la melodía para si mismo, pensativo, para luego asentir y levantar la vista. -No temas ya, ve a soñar...- Branch se estremece apenas, parpadeando en un triste intento de contener las lagrimas pero terminar por sollozar sin poder contenerse, casi pudiendo imaginar que es su abuela es quien canta, aunque sintiendo que aun es especial ahora que su hermano se la esta cantando. -...y las estrellas te dirán...- se relaja antes de poder evitarlo, recostándose contra el pecho de quien lo sostiene, recuerdos viniendo a su mente, trayendo consigo una sensación suave y melancólica. -...No te aflijas, esta bien, pues lo que sueñas vendrá después...- sus ojos se cierran lentamente, ignorante de las miradas llenas de cariño y tristeza con la que lo miran los demás. -...la luna se enciende al despertar, el viento te canta al respirar...- se queja apenas cuanto siente que lo acomodan, acurrucándose, su mejilla aplastada contra el hombro de su hermano mayor y manos amables acarician su espalda, arrullándolo. -...Que lo que sueñes, te haga feliz y que amanezca...contigo aquí- se duerme profundamente por primera vez en mucho tiempo, soñando con su abuela, su rostro amable y sus manos suaves que agarran las suyas al caminar, hasta puede jurar que escucha su voz hablarle. Es la mejor noche que a tenido desde que ella murio.