Algunos Problemas

811 139 56
                                    

Espero que les guste~

Hay pocos trolls en el pueblo que realmente aceptan lo que Branch es y lo tratan con normalidad, amables y tranquilos. Uno era la tutora de Cooper, una dulce y amable troll que siempre recibía al sobreviviente con los brazos abiertos, siempre encantada con la gran sonrisa que su suple presencia lograba dibujar en el rostro del menos, siempre dispuesta a tenerlo en su vaina todo el tiempo que quisiera e incluso adaptando sus bocadillos para él, recordando no usar tanta azúcar como siempre.

Sky Toronto era otro, un troll que había empezado su fabrica de productos para fiestas en cuanto tuvo la oportunidad y dispuesto a aprovechar el lugar amplio que ahora tenía, un poco tosco y estoico según la mayoría de los trolls pero siempre era amable, paciente y tranquilo, enseñando todo lo que tenía a su disposición y escuchando con seriedad las ideas de Branch, llegando a pedir permiso para usar aquella que creían que podían servir para su proyecto.

La doctora, cuyo nombre ninguno de los hermanos realmente podía recordar sin importar cuanto lo intentaran, era quien siempre trataba cada pequeña y gran herida que el sobreviviente se hacia a si mismo en su exploración al bosque, paciente mientras desinfectaba y vendaba pero firme a la hora de regañar, siempre suspirando con cierta resignación y cariño cuando Branch se presentaba en su consultorio cada cierto tiempo.

En cuanto a los demás, las cosas eran complicadas.

Es bastante bien sabido que Branch y el pueblo tiene una relación tensa, por no decir pésima. Los trolls son cautelosos, hasta el punto de ser exagerado, temiendo del pequeño troll como si su estado gris y su mal humor fueran contagiosos. Murmuraban entre ellos, creando rumores ridículos que debían ser difíciles de crees pero que muchos apoyaban por alguna razón, siendo frustrante su actitud hasta el punto en el más de una vez los demás tuvieron que sostener a Trickee para que no se lanzara a golpear a nadie.

Las bromas eran comunes para su mala suerte.

No era raro que el pobre Branch llegara temblando de furia, murmurando amenazas que no cumpliría y maldiciendo a cada troll que puede recordar en ese estado de ira, a veces cubierto de brillantina que tardaba horas en sacar de su cabello y ropa, causando picazón en su sensible piel. A veces estaba cubierto de crema batida, una mezcla de todos los tipos, que se encargaba de sacar todo lo posible en un lago del bosque antes de siquiera intentar entrar al bunker. A veces tenía dibujos raros y feos pegados en su espalda, algunos llegando a colarse en su cabello, papeles que se encargaba de quemar con cierta saña. Esas solo eran algunas, las que más seguido pasaban y las más comunes.

Hablaron con el rey, le reclamaron con enojo y frustración, pero Peppy alego que sin importar cuanto hablara y demandara a sus trolls que dejaran a Branch en paz, en realidad nada de sus palabras no parecían funcionar pero ellos desconfiaban de él. El rey hacia todo para mantener a su tonto pueblo feliz y dejar a Branch como un blanco no seria algo raro en la opinión de ellos, llenándolos de frustración e ira, sintiendo que casi como si estuvieran atados de manos en esa situación.

La peor de todas las bromas sucedió poco después de que Branch cumplió 10 años.

Ninguno de ellos estuvo presente para eso, Boom estando en el bunker escuchando música en ese bonito cuarto que tanto adoraba, Ablaze estaba ocupado leyendo un libro, mientras Trickee y Hype estaban comprando cosas necesarias para abastecerse, sintiéndose un poco abrumados por los trolls que le suplicaban una canción en el camino y rechazándolos tan cortésmente como podían. Un día normal para ellos, hasta que vieron a Creek corriendo entre la multitud, luciendo frenético y despeinado mientras se acercaba a ellos. Eso fue la primera señal de que algo no estaba nada bien.

-¡Algo...!- jadeo, luchando por recuperar el aliento. -¡Algo malo le sucedió a Branch!- eso fue suficiente como para que ambos se miraran con alarma, preocupados.

Pequeño TrollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora