Marry, junto con K-y y Jet, caminaron por los alrededores del templo.
Miraron con asombro los gravados de los muros: Eran Vaxasaurians cazando o cosechando, luchando contra sus rivales, seres similares a pterodáctilos humanoides, e incluso un guerrero Vaxasaurian peleando contra su depredador natural, el temido Tiranópido, un dinosaurio gigantesco con rasgos de insecto.
-Vaya, así que su principal pasatiempo es la pintura- comentó el kineceleran- Me pregunto porque ocultarían un amuleto de Bezel en este lugar.
-Sabes cómo son los Vaxasaurians K-y- dijo la morena iluminando las grabaciones con su magia- Ellos son capaces de defender artefactos importantes de malas manos.
-No lo entiendo, ¿no se supone que esas cosas fueron destruidas? – dijo el areofibio confundido.
-Se supone- dijo Marry seriamente-. Pero, son objetos mágicos de lo que hablamos, la magia desafía toda lógica posible.
Ella sigue el camino, dejando a un confundido Jet.
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El trio llegó a un pasillo donde había un precipicio con pinchos en el fondo. Y lo único que había para cruzar, eran unas plataformas que se mecían atrás y adelante. Asomándose en el fondo, no vieron más que esqueletos que se entremezclaban, no reconocían ni las especies que habían cruzado y muerto en el intento.
-Eso es pan comido para mí- dijo Jet con confianza.
-Es mejor tener cuidado de no caer, K-y.
-Ya rugiste nena- dijo el kineceleran tronándose el hombro.
Mientras Jet volaba sin problemas, cruzando el otro lado, Marry y K-y esperaban el momento en el que dos plataformas estuvieran juntas para así dar un salto preciso.
En cierto punto, el Kineceleran estaba a punto de resbalarse a los pinchos, no obstante, la humana logró atraparlo a tiempo, tomándolo de la mano, y poniéndolo en suelo firme.
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Tras pasar ese obstáculo, fueron a la siguiente sala, esta vez vieron una habitación cerrada, con una puerta bloqueada por unos seguros, en el suelo había baldosas de diferentes figuras. Había una inscripción en la entrada escrito en un idioma antiguo.
-Oh mierda, no se mucho de escrituras antiguas nena- dijo el Kineceleran.
-Ni yo- admitió la humana.
El areofibio los apartó y dijo:
- Déjeme esto a mí tortolitos- se puso en frente de la inscripción y dijo en voz alta- "Aquellos que osen pasar, deben ser sigilosos como la noche, los rastreros te derriten, los carroñeros te devoraran, y el sol te quemara".
-Espero que no nos estes tomando el pelo Jet- dijo el Kineceleran algo desconfiado.
-Oye, no soy capaz de querer verte muerto- dijo el areofibio indignado.
-Por medio año, me has estado apodando urgido y te has reído de mí por no poder volar- replicó el alíen veloz.
-Cálmate, solo digo la verdad- se excusó el volador.
Mientras los dos chicos discutían, Marry miró las baldosas del suelo. Había de cuatro tipos: Unas en forma de lobo, otras en forma de serpiente, otras en forma de sol, y otras en forma de luna.
Tomó una piedra de considerable tamaño, la lanzó a una al azar, cuando toco una baldosa con forma de lobo, el suelo se abrió y la piedra cayo.
-Chicos- dijo Marry llamando la atención de los dos alíens-. Esto es un acertijo.
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Heir 4: Libro 2
FanfictionLuego de derrotar al Doctor Neon, Marry Álvarez ya había pasado al segundo semestre con sus amigos Anfibia y Greg, y su actual pareja K-y. Sin embargo, una vieja enemiga del héroe legendario regresa, y esta vez quiere recuperar algo que Marry tiene...