Capítulo 12: Fiesta en Hathor

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El resto de la clase acompañó al grupo de splixson a un recorrido por uno de los pueblos mas cercanos que tenían.

-Vengan jóvenes y maestros. Dejen primero presentarles nuestro humilde pueblo- dijo un macho que iba a la cabeza.

Los jóvenes miraron la pequeña villa, había algunos pueblerinos haciendo sus compras, trayendo materiales pesados en carruajes tirados por alíens de aspecto canino, bailando, tocando música, incluso vieron a dos niños correr cerca de ellos.

Los alumnos estaban fascinados con lo que veían. Parecían todos ellos alegres y joviales, hasta los más viejos bailaban con energía.

-Los Splixsons tienen más energía que un kineceleran en plena tormenta eléctrica- comentó Artic.

-Eso es por el festival- aclaró Greeg.

-Una fiesta dedicada al solsticio de primavera- dijo la galvan a sus compañeros.

-Exactamente jóvenes- dijo Lax al grupo-. Es el periodo donde las cosechas son mas abundantes y dan gracias a su dios por los frutos.

-Es una tradición de Hathor- aclaró Hook.

En eso, pasaron cerca de ellos unos guardias Splixsons mirando de un lado a otro, con sus armas laser en mano, preparados para cualquier percance.

-¿Qué están haciendo todos esos Splixsons?- preguntó Bog confundido.

-Están vigilando- aclaró Cristal-. En esta época, además de las cosechas, también los panuncians abundan más que en otras épocas del año.

Greeg tragó saliva ante esa afirmación.

-¿No eran los depredadores de los splixsons?- dijo extrañada Lucy.

-Por eso hay tanta vigilancia- dijo Hook a los chicos-. Quieren evitar que un panuncian arruine su celebración.

Anfibia y Greeg sabían que ellos debían ser mas cautelosos, no solo por el tema del castigo, sino por los posibles depredadores que anden asechando en los bosques.

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Los castigados se encontraban con palas en los establos limpiando los excrementos del ganado. A diferencia de las heces de la tierra, su color era de tonos verdes, debido a la vegetación que consumían. A causa del fuerte hedor, K-y se vio obligado a usar su visor para intentar soportarlo. Marry y Jet no corrían con la misma suerte, ya que podían sentir el hediondo aroma a kilómetros.

Para cuando hacían esta tarea, ya habían cortado leña, esquilado a unos alíen similares a ovejas, y ordeñando a los Crownbers.

-Esto apesta- comentó molesto Jet.

La pareja no dijo nada al respecto, ya que jamás les agradó ese areofibio. El alíen volador miró a Marry y dijo:

-Debes darle gracias a tu novia que nos estamos perdiendo la fiesta.

-¡Oye!- gritó molesto el Kineceleran- ¡No le hables así a mi nena!

-Solo la defiendes porque es linda- respondió Jet.

-Para empezar, si tu no nos hubieras seguido, tal vez estarías disfrutando de la fiesta.

-Ella fue la de la idea de ir al desierto de Treptor- el areofibio soltó la pala y empujó a K-y.

-Si no hubieras olvidado tu Kit de supervivencia, no estarías recogiendo mierda de Crownber- el kineceleran le devuelve el empujón.

Ellos estaban a punto de armar una pelea, pero la humana se interpuso y les dijo seriamente:

Heir 4: Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora