Capítulo 31: Viaje a Anur Phatus

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Los jóvenes, luego de un día de diversión, se fueron al bosque mas cercano a montar un campamento, igual que en terradino. Una vez que todos estuvieron dormidos, K-y guio al grupo a un viejo conocido.

No obstante, Hook se mantuvo despierto y decidió, esta vez, seguir a Marry y su grupo junto con la profesora Muna, ya que sabía de los amuletos, y era consiente de que debía destruirlos por el bien de todos.

-¿Estás seguro de lo que haces K-y?- preguntó Marry confundida.

-Confía en mi muñeca, es la manera más rápida de ir a anur phatus- dijo el Kineceleran confiado.

-El fue un viejo compañero de la secundaria- aclaró Greeg.

Anfibia miraba cada rincón de aquel raro pueblo, pese a que había uno que otro pueblerino caminando por las calles, para la galvan, parecía un pueblo fantasma. Ella estaba en el hombro de Marry escondida detrás de su capucha.

-Crees que puedas acelerar el paso K-y... Este lugar me está empezando a incomodar – dijo la galvan asustada y temblando de miedo.

-¿Por qué odias este lugar Anfibia?- cuestionó Marry.

-No lo entiendes Marry... el sistema anur es antinatural... sus planetas están quietos todo el tiempo, y la luz del sol ni si quiera llega a los planetas, el único lugar donde si llega el sol, es anur Kufus- dijo la alíen rana asustada.

Tras recorrer las calles, llegaron a una especie de tienda de antigüedades, estaba vieja y descuidada. K-y se acercó a la puerta y tocó tres veces mientras susurraba:

-Oye... Ichabod..., Somos K-y y Greeg.

Tras esto, se oyó el tintineo de la campana junto al crujido de la puerta abriéndose.

Un ojo violeta se asomo por la entrada, junto a una voz tenebrosa:

-K-y, Greeg... ¿Cuánto tiempo sin vernos desde la graduación...?- desvió la mirada de su ojo espeluznante para ver a las chicas -. Y veo que han logrado conseguir novias.

-En realidad una es mi chica, la otra es solo una enana sabelotodo- le dijo el alíen veloz.

-Y vaya que la humana es realmente fea... no te ofendas señorita.

-No me ofende- aclaró la humana algo nerviosa al ver aquel ojo espeluznante.

-¿Acaso se ha visto en un espejo?- dijo la galvan cruzando los brazos.

En eso cierra la puerta, solo para escucharse el sonido de la entrada desbloqueándose, y abrirla nuevamente. Resultando que el que atendía el establecimiento era un Ectonurite con un sombrero de color negro, y tenia costuras en su capa protectora.

-Bienvenidos a mi tienda... entren, no sean tímidos- el fantasma les abrió paso a los visitantes.

-Es bueno volver a verte Ichabod- dijo Greeg emocionado.

-¿Quién es ese loco?- preguntó Anfibia.

-Ese es Ichabod- dijo el splixson- un compañero que tuvimos K-y y yo en la secundaria.

-Él es por así decirlo, un viejo "conocido"- aclaró el Kineceleran.

Marry se sentía un poco incomoda al estar al lado del ectonurite. No obstante, según K-y, él podía llevarlos a anur phatos, así que, no tenía otra opción mas que confiar en él.

El grupo entró al establecimiento, y cuando el fantasma creyó que nadie los seguía, cerró la puerta.

Los jóvenes miraron impresionados el interior de aquella tienda; había reliquias de todo tipo, bastones, relojes, incluso joyería de otros planetas, junto a diseños de aparatos viejos.

Heir 4: Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora