¡Feliz Navidad!

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*fluff.

Te sentaste en la cocina con emoción, ya habías perdido la cuenta de cuantos minutos llevabas esperando con anticipación la llegada de tu amado noviecito

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Te sentaste en la cocina con emoción, ya habías perdido la cuenta de cuantos minutos llevabas esperando con anticipación la llegada de tu amado noviecito.

De hecho, te habías despertado temprano y te habías duchado específicamente para está fecha tan importante. La esperada navidad.

Ya habías hablado esto con tu novio muchas veces, que él pasará las festividades en tu casa ya que él tiene una mala relación con su madre...

“¡Mija, ve a abrirle la puerta a tu noviecito!” Tu madre llamó tu atención desde el comedor, a lo que tú no perdiste el tiempo y corriste a abrir la puerta principal a tu amado.

Apenas abriste la puerta, recibiste a tu novio con un fuerte abrazo, casi arrojandote a sus brazos con desesperación. Parecía como si no lo hubieras visto en años cuando apenas hace unas semanas se habían visto.

“¡Kuni, te extrañé!” Soltaste sin ninguna vergüenza, no te importaba verte como una desesperada por tu querido novio, lo amabas y no tenías problema en demostrarlo.

“Oh, yo también te extrañe...” Tu novio, Kunikuzushi, respondió a la vez que correspondía a tu abrazo. “...Wow... Tú... estás hermosa...” Kuni soltó, notando tu atuendo apenas tú te alejaste del abrazo, sus mejillas sonrojándose al instante.

Las genuinas de tu novio hicieron que tus propias mejillas se sonrojaran, rápidamente intentando cambiar de tema para evitar la vergüenza.

“G-gracias, Kuni... ¡Ven, la cena ya está lista!” Dijiste sin rodeos, tomando su mano y dirigiéndolo a la mesa principal para comenzar la diversión.

Durante toda la cena todo pareció normal, Kunikuzushi se llevaba increíble con tus familiares, de tantas veces que él había estado en tu casa, él era casi como un miembro más de tu familia...

Todo fue risas y conversaciones divertidas, realmente apreciabas la compañía de tu amado, tomar su mano por sorpresa y apretarla ligeramente...

Hacerlo sonrojarse con tus palabras y bromear junto a tu familia, todo parecía armonioso, era como si todo fluyera con naturalidad.

En menos de lo que pudiste darte cuenta, ya estaban a punto de ser las doce, a lo que todos se reunieron frente a la casa, con una copa en mano pero... Tú y Kunikuzushi se dirigieron al patio.

Tomada de la mano de tu enamorado, miraste al cielo con anticipación, esperando esos destellos de luces y estrellas en el cielo... hasta que tu novio habló.

“...Sabes, eres la mejor compañera que pude haber pedido este año. Realmente no necesito pedir por ningún otro regalo que tu simple compañía.” Kunikuzushi soltó sin despegar su mirada del cielo, sus palabras sonaban tan sinceras, tan genuinas...

No ibas a negarlo, amabas su compañía, y de hecho estaban pensando en darle su regalo esa misma noche...

Pero por ahora eso podría esperar... Ahora solo querías reposar tu cabeza en su hombro y observar los fuegos artificiales junto a él.

Él era tu mejor compañía, realmente lo era.

“...Feliz navidad, Kuni.” Susurraste suavemente contra su oído.

“...Feliz navidad, cariño.” Kunikuzushi dijo en respuesta, no había nada más que decir.

Iba a ser una noche perfecta...

"¡Blandito y Sumiso!"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora