SOLO ÉL

20. Un reencuentro inesperado.

Narra Emilio.

Ver a Less tan rota, me partía el corazón, sabía que estaba llorando todo lo que en su momento no pudo, todo lo que se guardo por ser la fuerte y no tener que dar alguna explicación de lo que pasaba en esos momentos.

Sin previo aviso la puerta se abrió mostrando a una Shell muy alegre, pero al ver la situación toda su alegría se esfumó y ahora estaba preocupada.

- Es que, porque es tan difícil, no lo entiendo ¿Porqué simplemente no puedo olvidarlo y seguir adelante? - su voz mostraba un dolor tan grande - ayer estaba tan feliz con Jack, me sentí tan viva, pero también me di cuenta del porque no quería darle falsas esperanzas.

Su voz era temblorosa su llanto había cesado un poco - todo lo que quería era darme una oportunidad, ¿Es que a caso no puedo?

Shell escuchaba atentamente a Less, pero su rostro mostraba confusión total ante la situación y no era para menos todo esto era un tema desconocido para ella.

- Ohh, pequeña llora, llora todo lo que tengas que tengas que soltar - Shell solo podía abrazarla, aún sin entender completamente la situación, Less poco a poco se relajaba hasta el punto de quedarse dormida.

- Bien, explícame ¿Qué está pasando?

- Lo siento Shell, se que estás confundida, con todo esto, pero lo que si se, es que le corresponde a Less contarte.

- Entonces ¿Cómo se supone que la puedo ayudar?

- Es más complicado, de lo que te puedas imaginar, pero solo la podemos ayudar si ella así lo quiere. Antes lo he intentado y ella simplemente decidió actuar como si nada pasara. Se fundió en su dolor todas las noches e ignoro cualquier rastro de tristeza que la pudiera delatar frente a su familia. De hecho nadie sabe que sucedió entre ellos.

- Nadie, a excepción de ti ¿Cierto?

- Así es Shell, pero ya lo dije a mi no me corresponde contarte está historia. Porque incluso yo no lo supe hasta que uno de los dos decidió contarme lo que había pasado.

Narra Alessia

No sabía en qué momento me había quedado dormida, pero Shell y Emilio parecían haber trasnochado, no me sorprendería si había sido mi culpa, porque claramente lo fue. Desperté máximo 4 veces, en las cuales terminaba llorando hasta que volvía a quedarme dormida.
Tenía los ojos rojos, pero no hinchados eso era ganancia, si lo veía de manera positiva. Me fui a bañar con agua tan fría, como mi cuerpo lo resistiera, no desperté a Shell ni a Emilio estaban más cansado que yo.
Lo más seguro es que Shell tenga dudas y no es para menos, me había encontrado llorando de una manera casi desgarradora, pero no me sentía preparada para contarle la historia o al menos no en este momento.

Tenía puesta mi ropa de ejercicio, correr me haría bien en estos momentos, al menos para poder pensar todo el lío que rondaba mi cabeza.

- ¿A dónde vas tan temprano?

- Carajo, me espantaste Milo.

- Hace mucho no me decías Milo ¿Estás bien?

Su mirada mostraba preocupación, su mirada era la misma de hace 3 años, cuando me encontró llorando de la peor manera, que alguien pudiera imaginarse. No lo culpaba actuar de manera tan despreocupada, después de haber quedado casi sin lágrimas la noche anterior, sí era un poco raro.

- Tranquilo, solo quiero pensar un poco y correr me ayudara.

- Puedo ir cont...

- Lo siento, pero prefiero estar sola. No quiero arrastrarte con todo este lío que yo sola estoy provocando.

No espere respuesta de Milo y salí lo más rápido posible de mi casa, antes de que alguien más se diera cuenta.

La temperatura estaba tan baja, a tal punto que el caminar se me dificultaba, empecé a trotar de poco a poco hasta que pude correr a un ritmo, dónde el viento hacia que mi rostro cada vez doliera más y más. Cuando llegue al centro comercial, la mayoría de personas estaban abrigadas y no era para menos, estábamos ya en diciembre, al parecer la única que no estaba lo suficiente abrigada era yo.

Camine hacia la cafetería que acostumbraba ir, ignorando las miradas de las personas, especialmente la de un grupito. La chica no tardo en atenderme y traer la comida que siempre pedía, un smoothie de chocolate y un sándwich. Sin embargo, me sentía incómoda por qué el grupito de hace rato me seguía mirando como si me conocieran o quisieran adivinar quién era.

No tarde mucho en terminar mi comida y tratar de salir lo antes posible del centro comercial, pero parecía que el mundo me odiaba el día de hoy.

- ¡Nicol!

Escuchar ese nombre me hizo parar de caminar en seco, sin embargo, seguí caminando porque no era la única persona que tenía ese nombre.

- Oye, espera.

Está vez si di media vuelta sobre mi eje, eran tres chicas del mismo grupito, que había visto antes - ¿Necesitan algo?

- Eres Nicol Holt ¿Cierto?

No sabía que decir, me habían reconocido tenía dos opciones y ninguna era favorable.

- Ah, yo...

- Lo siento chicas, en este momento Nicol no puede dar fotos. Ahora si nos disculpan, tenemos que retirarnos.

Su voz, la reconocería en cualquier lado, no tenia que darme la vuelta para saber que se trataba de él y tampoco quería verlo, no esté momento, no estás condiciones. Si trataba de huir, me encontraría sin necesidad de preguntarle a Emilio o alguien más.

Había salido de una situación incomoda para pasar a otra, mil veces prefería enfrentar a las chicas, que enfrentarlo a el.
Porqué estaba aquí, porqué justo en estos momentos. La vida realmente estaba en mi contra, nada estaba saliendo como lo había planeado, ¿Que se supone que le diré? ¿Realmente tengo que hablarle? porque puedo actuar como si no lo conociera, pero eso sería algo estúpido. Dios estaba perdida, no tenía opciones.

- Está vez no escaparas Holt, tenemos que hablar.

- ¿Porqué aseguras cosas, que no están pasando?

- La última vez dijiste lo mismo y los dos sabemos cómo terminó.

- ¿Crees que eso es un tema para hablar en público?

- ¿Aún sigues teniendo miedo?

- ¿Aún sigues haciendo suposiciones sin tener argumentos lógicos?

- Es de mala educación responder una pregunta con otra ¿Lo sabías? - esto último lo dijo en un susurro, estábamos tan cerca, en que momento se supone que acortamos la distancia. Estoy segura que no es normal, no definitivamente no lo es, todo esto, una provocación del uno hacia el otro.

- Si te acercas más, te quemaras otra vez Myers.

Antes de responder dió un paso más, hasta estar rozando su nariz con la mía - Tomaré el riesgo nuevamente Holt.

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Hola nuevamente, capitulo nuevo por ser navidad ❤️. Espero la pasen super lindo y disfruten mucho el capítulo.

En estos días también subiré uno adicional, y por fin descubran de que trata todo este drama 🤭