POV Terry:
Era mas que obvio que esos monstruos no eran fáciles de vencer pero claro mi dulce Angel puede contra todo, excepto que conmigo no. De mis encantos nadie se resiste todas caen, todas serán mías. De nuevo Leah se encontraba en la arena pero con un atuendo diferente, para mi seguía viéndose espectacular. Todo empezó a temblar esa era señal de que los gigantes se aproximaban. Los padres de Leah estaban de pie tomados de la mano, seguro nerviosos. Mikaela viendo todo muy emocionada, sabia que Leah lo haría muy bien. Leah empezó a jugar con sus manos estas contenían magia, al lado de su cadera la misma espada de antes, se abrieron las enormes puertas. Eran enormes, muy fornidos y fuertes, tiraron la carne que hacía que caminaran, soltaron a los 3 gigantes, mientras devoraban la carne, el padre de Leah:
-Que comience el desafio -dijo este levantando el cetro-
Así es como comenzó el siguiente desafío. Los gigantes tenían en la mira a Leah, esta hizo una especie de cadena, no la uso solo lo hizo no se porque. Todos se lanzaron a Leah para tenerla entre sus manos pero no pudieron, Leah salio volando, estos reaccionaron rápido se pusieron de pie y persiguieron a Leah como unos gatos jugando con su bola de estambre, el único detalle es que el estambre se movía. Leah los cegó con una luz muy fuerte casi me cega a mi, luego de eso ella lanzo miles de flechas con fuego hacía el gigante mas cerca de ella mientras los otros 2 seguían cegados por el poder de mi Angel. El gigante se retorcido del dolor, Leah bajo en su hombro, saco su espada lo mas rápido que puedo y la introdujo en el hombro, el gigante grito y antes de que este pusiera su mano en el hombro, Leah se movió rápidamente hacia el otro, hizo exactamente lo mismo y este igual pero ahora él esta arrodillado del dolor. Sin más preámbulo para terminar con broche de oro Leah tomo su espada con las dos manos la levanto hacia arriba y la introdujo en su cabeza, ahí es donde cayo termino todo para el gigante. Todos asombrados aplaudieron, los señores del comité solo seguían viendo, no hicieron ningún movimiento, imbéciles.
Los gigantes vieron la caida de su amigo, eso los hizo enfurecer aun más. Leah voló y sacudió su espada encima de uno de los gigantes, este no lo soporto y grito y escupió, Leah lo esquivo y le lanzo bolas de fuego mientras que al otro ella le puso una clase de ilusión, no podia moverse. Luego Leah bajo tomo la cadena que había formado y corrió alrededor del gigante, Leah lo hizo caerse ya que estaba inmóvil por la cadena en sus pies. Luego hizo caer unos enormes cuchillos y cada uno se introdujo en las manos del gigante para que no se moviera, este grito. Leah se dirigido hacia enfrente del gigante, se rio, saco su espada con un hechizo la hizo aun mas grande y le corto la cabeza. Luego en un ágil movimiento Leah corrió hacia el otro gigante y le corto los pies, este se arrodillo sacándolo de su ilusión. Luego empezó a caer una lluvia de dagas encima de él y unas águilas lo arañaron. Pero que talento el de Leah, me sorprendo lo que veo. Luego Leah subió de nuevo a la cabeza de este, hizo la espada grande pero esta vez con fuego, mi Angel voló hacia arriba para luego caer con la espada en la manos, esto hizo que Leah partiera a la mitad el gigante. Leah guardo su espada y extendió su alas para luego levantar el puño y celebrar, todos aplaudieron, gritaron y lloraron (la madre de Leah lo hacia)
Ya todo había acabado, Leah no lo aguanto y cayo, agotada Mikaela la sostuvo y mando a traer una silla, quería ayudarla pero Mikaela ya se había encargado de matarme con la mirada pero estaba seguro que Mikaela la cuidaría bien en lo que. Todos bajamos de los balcones en donde estábamos, el padre de Leah hizo lo mismo que al principio, levanto su cetro y lo golpeo contra el piso de nuevo 3 veces, estábamos rodeados de todos aplaudiéndole a Leah. Llegar en donde estaba ella no era cualquier cosa, todos lo sabían, requiere de mucha fuerza y valentía. Mi padre y yo nos miramos, yo se que mi padre decía: ''Eso no es todo, pequeños tontos'', asentí con la cabeza afirmando le que ya estaba listo para poner aprueba a Leah. Mi padre empezó a reírse muy recio y malvadamente, clásico de todo Demonio: