Consecuencias - Hwang Hyunjin [+18]

Capítulo 6

Cuando los días pasan, me siento feliz.

Cuando los días pasan, me doy cuenta de que la vida avanza, y no piensen que digo esto como un tema al azar para comenzar mi nuevo día, lo digo, porque en algún momento todos sentimos, supongo, que la vida se detiene, que no avanza, que nos levantaremos al otro día vivos, sí, pero sin ganas de vivir, con personas a nuestro alrededor que nos piden que seamos fuertes, y nos preguntamos ¿de qué manera podemos serlo? ¿De qué manera si hemos perdido lo único que nos hacía verle el sentido a la vida en cada día que pasaba?

Yo estuve en esa situación, todos lo sabemos.

Todos sabemos que cometí el error más despreciable, y con ingenuidad, decidí que nunca más pensaría en el tema... porque cuando no lo recordaba me sentía sana, me sentía plena, me sentía feliz. Por un momento hice eso, por un momento olvidé un poco lo que había pasado hace cinco años y decidí enfocarme en verle cosas hermosas a la vida, sin aferrarme a nada, sin aferrarme a la existencia de otra persona...

Hasta que llegó la persona que más podré amar en la vida, Le veía el sentido a las cosas hermosas, y la vida me dio el regalo más precioso. Decidí aferrarme a mi hija, me aferré a Cassie, me aferré a una persona que me hacía recordar lo que no me hacía feliz. Decidí luchar por ella como nunca luché por lo que en realidad yo quería, como nunca luché por mí.

Por eso, cuando tuve una pesadilla respecto a lo sucedido con Alana... lo primero que hice fue ver el estado de Cassie. Era algo que solía hacer en las noches, iba a su habitación para que no se sintiera sola. O por lo menos, para yo saber y estar plenamente consiente de que no estaba sola, que me tenía, como yo no tuve a nadie, tenía que estar para ella.

La cosa iba por aquí; habían pasado ya unos cuantos días y las cosas estaban cambiando, la vida que quería construir se estaba tornando a nuestra forma.

¿Cómo debería empezar?

Empezare por Cassie, hizo amistades, para ser más específica, hizo una amiga que se ha apegado mucho a ella y se le ha olvidado el asunto del perro, aunque a veces, toca el tema cuando estamos solas, pero termina recordando cosas relacionadas a las actividades de la escuela, como concursos en los que se ha anotado, de matemáticas. Me he sentido orgullosa y he tenido miedo, miedo de que esa sea su única amiga, pero me he tomado la molestia de invitar a la chica a casa y hacerla sentir parte de la familia, y me sorprendí al ver que era todo lo opuesto a Cassie, su nombre era Yuna, y venía de Australia, conocí a su madre en una de las veces que fui a buscar a Cass, y hasta ahora ambas niñas han tenido conexión en estos pocos días. Así que subas contenta por ella, porque le iba bien en clases, porque estaba progresando... y sentí alivio.

Por otra parte estaba el tema de Félix, estábamos ocupados, pero a veces se ha quedado en casa, en el sofá, y siempre que lo hace me siento bien, me siento... rara, era una rutina, era algo que podía repetir a menudo, el levantarme y ver su rostro tranquilo en la cocina preparándolo todo antes que yo, hemos avanzado respecto a lo de ir despacio, nos hemos... bueno, hemos estado un poco atareados con el trabajo pero de ves en cuando nos escurríamos por aquí y por allá y pues... ya saben. No había ocurrido nada todavía, nada más que unos cuantos besos y conversaciones nocturnas. Eso me gustaba, me respetaba, respetaba mi espacio, aunque habían cosas raras, me hacía preguntas con el tema de mi pasado, y la pregunta más rara que me hizo una vez que íbamos a buscar a Cassie fue; ¿Por qué Ren tuvo que llamarme ese día, Riven?. Ese día me molesté con él, pero lo perdoné cuando apareció en casa con un par de pizzas para que comiéramos los tres juntos, a veces estaba más ocupado de lo normal y tuve sospechas que quise quitarme de la cabeza, porque era... no era posible.

Entonces, saltando es tema, estaba lo siguiente; mi trabajo. La parte más emocionante, me senté en mi escritorio después de ir a ver a Cassie y apagar la lamparita de noche que se le olvidó apagar.