Capítulo 2: El reencuentro

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Como todos los días en el infierno aparecía el sol para comenzar un nuevo día.

Sonando la alarma del príncipe, pero al oír el aparato que mandaba que se despertara, le dió un pequeño golpe con una de sus manos, para después suspirar, viendo el techo "¿En serio tengo solo está opción?" Se preguntaba Stolas con un tono triste ya que este día sería la ocasión que se casaría con la marquesa Stella Ars Goetia.

A lo mejor hubiera optado por quedarse aún en la cama acostado, ya que últimamente no tenía ánimos en la vida, ya que hace unos días había fallecido su madre, por lo cual toda esa energía alegre se había esfumado, convirtiéndolo en alguien depresivo, pero por aparentar las apariencias y de igual forma porque para su padre le parecía absurdo su estado emocional, pero por el mismo había ido con un profesional de la salud, dándole un remedio mediante unas pastillas antidepresivas, las cuales le ayudaban a desaparecer ese estado de tristeza profundo en su corazón.

— ¡Stolas! — tocó la puerta Paimon a la vez que gritaba — ¿Ya te has cambiado pedazo de imbécil?.

— En un rato... Voy padre — Dijo Stolas nervioso, sin embargo no optó por abrir la puerta, ya que últimamente su padre había sido agresivo con él y más desde el día que se había opuesto a casarse con su prometida.

— Más te vale salir rápido, que el chófer ya está abajo esperando a que bajemos, para al fin ir a tu boda... Otra cosa, no me vayas a poner en ridículo por alguna acción que hagas ante este día ¿Lo comprendes? De lo contrario nunca la acabarás conmigo — Dijo ante un tono de amenaza, poniendo más nervioso al joven búho, que aún estaba en su pijama blanca viéndose en el espejo.

— Claro que... Lo entiendo... Padre.

— Bien, te estaré esperando abajo. — Dijo Paimon, escuchándose unos pasos para alejarse, por lo cual Stolas al fin pudo suspirar hondo, para luego ver una foto de él con su madre.

"Madre, tal vez me hubieras dicho que no me casará con esa mujer si no la amo,  pero ya conoces a papá... Me mataría si no hago lo que el pide, dijo después  de todo soy un Ars Goetia ¿No? Todo debe ir a la perfección, para ser honesto te extraño "  Murmuro el búho sosteniendo esa fotografía y dejando soltar una lágrima, para posteriormente dejar el cuadro en su sitio y tomar el cajón donde estaban las pastillas, tomando dos cápsulas.

Finalmente con su magia se baño y se vistió lo más pronto posible, sin perder la buena apariencia que siempre se le ha destacado en este príncipe.

— Al fin bajas, maldito mocoso — Comentó Paimon quien estaba ya sentado en uno de los asientos del carro.

— Lo lamento padre, pero ya estoy aquí. — Dijo Stolas, mientras entraba en el carro, para que otro imp cerrará la limusina.

Pasaron unas horas, donde el silencio habitaba en ese automóvil. Por lo cual le dió un tiempo reflexionar para Stolas quien veía la ventana, preguntándose ¿Estaré haciendo lo mejor para mí o para mí familia?

— Ah ya deja de mirar así a la ventana, que solo me estás dando pena ajena, pareces más muerto que cualquier alma que este en el infierno — dijo Paimon sin ninguna empatía, siendo que Stolas prosiguió en mirarlo — Se supone que hoy es tu día en el que te casarás con tu prometida.

— Ya te he dicho que yo no la amo... — Comento Stolas, ante esto se vio que las cejas de aquella ave superior bajaron como un signo de enojo.

— No me hagas esto, piensa de una maldita vez con tu pequeño cerebro, harás lo que yo te dijo, además Stella es la mejor opción para ti.

— Pero pa... — Iba a decir algo más el joven búho, pero lo interrumpió su padre.

— Ninguna excusa, ya estoy harto de tus lloriqueos de perra, si el sacerdote te pregunta si aceptas a Stella como tú esposa, no le busques más y solo di que sí. — Dijo Paimon todo furioso, por lo cual Stolas agachó la cabeza viendo que no tenía de otra que aceptar su destino.

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