HOUSE OF BLACK || Theodore Nott fanfic!
"Ser una Black digna de su apellido"
Madelyn siempre tuvo esos pensamientos al saber que su padre, Sirius Black, traicionó el legado de la familia Black al irse con los Potter.
Secretos se esconden detrás del...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
•❅───────✧✦✧───────❅•
[¿Maldición cruciatus?]
—¿Escuchan esos gritos? —pregunto Pansy.
—Pensé que solo yo los escuchaba. —respondió Madelyn.
—Vamos a ver qué pasa... —dijo Theodore.
Los estudiantes salieron apresurados del Gran Comedor, para ver qué era lo que pasaba; todos se habían amontonado en la escalera de mármol viendo el espectáculo.
La profesora Trelawney estaba de pie en medio del vestíbulo, sosteniendo la varita en una mano y una botella vacía de jerez en la otra, completamente enloquecida. Tenía el pelo de punta, las gafas se le habían torcido, de modo que uno de los ojos aparecía más ampliado que el otro, y sus innumerables chales y bufandas le colgaban desordenadamente de los hombros causando la impresión de que se le habían descosido las costuras. En el suelo, junto a ella, había dos grandes baúles, uno de ellos volcado, como si se lo hubieran lanzado desde la escalera. La profesora Trelawney miraba fijamente, con gesto de terror, a Umbridge quien estaba en el pie de las escaleras.
—¡No! —gritó la profesora Trelawney—. ¡No!¡Esto no puede ser! ¡No puede ser! ¡Me niego a aceptarlo!
—¿No se imaginaba que iba a pasar esto? —preguntó Umbridge con voz aguda e infantil y con un deje de crueldad.
—¿Que está pasando, Draco? —le pregunto Madelyn al verlo entre los alumnos.
—Parece que la despidieron.
—Pese a que es usted incapaz de predecir ni siquiera el tiempo que hará mañana, debió darse cuenta de que su lamentable actuación durante mis supervisiones, y sus nulos progresos, provocarían su despido. —dijo Umbridge.
—¡No puede! —bramó la profesora Trelawney, a quien las lágrimas le resbalaban por las mejillas por detrás de sus enormes gafas—. ¡No puede despedirme! ¡Llevo dieciséis años aquí! ¡Hogwarts es mi hogar!
—Era su hogar hasta hace una hora, en el momento en que el ministro de Magia firmó su orden de despido —la corrigió la profesora Umbridge.
Madelyn sintió asco al ver la cara de placer de Umbridge mientras contemplaba cómo la profesora Trelawney, que lloraba desconsoladamente, se desplomaba sobre uno de sus baúles.
—Así que haga el favor de salir de este vestíbulo. Nos está molestando.
Umbridge se quedó parada en el mismo lugar, regodeándose con la imagen de la profesora Trelawney, que gemía, se estremecía y se mecía hacia delante y hacia atrás sobre su baúl en el paroxismo del dolor.
