Pov: Salma.
Cuando termine de aparcar el coche me dispuse girarme hacia Abril,la cual se encontraba en su mundo por lo cuál retiré mi mano que se encontraba encima de ella,para tocarle suavemente el hombro por lo cual hizo un bote en su asiento,haciéndome soltar una carcajada.
—Ya hemos llegado princesita —dije sonriendo.
—Este.., claro en dónde estamos—dijo mientras no quitabamos los cinturones para después bajarnos del coche,no sin antes coger las bolsas con nuestra comida.
—Pues vas ha tener el privilegio de estar en mi casa—dije encaminandome hacia el ascensor cuando acabé de cerrar el coche.
—Vaya,me tengo que sentir muy alagada por estar en la casa de la futbolista profesional "Salma Parralluelo"—dijo exageradamente, haciendonos soltar a las dos unas carcajadas.
Estábamos tan enfrascadas en la conversación,que no nos habíamos dado cuenta de que ya nos encontrabamos en la planta en dónde estaba mi piso.
Al abrir la puerta,la dejé pasar primero para después pasar yo y cerrarla suavemente.
—Voilà, bienvenida a mi pequeña pero acogedora casa—dije mirándola mientras colocaba la comida en la mesa del salón.
—Es muy bonita —me dijo mientras se sentaba al lado mía del sofá que tenía en el salón.
Ha todo esto yo me dispuse a coger el mando de la televisión para ver qué íbamos a ver,ya que desde siempre siempre he tenido que ver la tele mientras comía en casa.
—Abril,a ti que te gusta—dije sin girarme hacia ella,teniendo mi visión enfocada en la pantalla en dónde salía diferentes canales para ver.
—Que...e—dijo y me giré hacia ella, dándome cuenta de que estaba sonrojada.
—Que . qué . te. gustaría . ver . en . la . televisión.—dije lentamente,haber si lo había dicho tan rápido que no me había entendido, que mucha veces me pasaba con mis compañeras.
—Ahh,a mi me da igual, aunque te aviso que películas de miedo no,que después por la noche no puedo dormir,por las pesadillas de que me mata un payaso mientras duermo—dijo y yo me decanté por poner una serie que hechaba por la tele.
—Pues,si yo estuviera contigo no te pasaría nada ya que te protegería —solté de sopetón sin pensar, poniéndome rápidamente roja,aunque con mi piel morena no se notaba mucho.
En el instante en que solté esa frase se puso al instante un silencio un tanto incómodo, aunque este se fué cuando se fue los anuncios y echaban la serie , mientras nos poníamos a comer...
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