Cap 3

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Recuerden dar estrellita, eso me animara a escribir mas rápido.❤️🐾

Alis:

Siento el agua a mi costado, abro los ojos pesadamente y veo el lago que había sentido desde lo lejos.

Necesito estar un poco más cerca.

No puedo pensar mucho, solo siento dolor. Siento la naturaleza de este bosque o específicamente del lago; estoy segura que me serviría. Es un lago debe ser antiguo, y al estar rodeado de naturaleza pura no pasara nada si tomo un poco de su fuerza.

Empiezo el ritual para tomar mana; esto es la esencia que tenemos en el interior en el se encuentra tu poder para manipular el ambiente. Este bosque podrá volver a generarlo en días; por los que ahora la prioridad soy yo.

-Adjuva me, mater mea, vivificasti me, ne auferas a me. Da mihi essentiam tuam, me defende ut post te sim. neptis tuae, filiae dilectissimae filiae tuae Lilith. Suscipe me in nocte, et custodi me ab his qui tentant animam meam-La voz se me corta, mis cuerdas vocales están a punto de ceder.

-Da potentiam tuam avia, te faciam superbum- Terminó el hechizo. El agua empieza a subirme por todo el cuerpo y a entrometerme en las heridas de mi cuerpo. Escuece y me estremecí. El viento se eleva y con él mi cuerpo a centímetros del suelo. Las hojas me rodean levemente y me empujan más hondo en el agua.

Siento como me hundo en el lago. La conexión con la naturaleza, como me llena, como me ayuda a curarme. Después de todo el maná que estoy recibiendo y la aceleración que está causando en mi cuerpo para curarse voy a tener que descansar y mucho.

El agua deja de pelear contra mi cuerpo como si tratara de volverse uno conmigo, la presión desaparece. El proceso ha acabado y puedo moverme, luchó para salir a la superficie, pero estoy muy cansada y no consigo moverme mucho.

Trato de pensar algún hechizo pero estoy agotada. Unas manos me rozan desde la cadera a los muslos, y se enrollan en el interior de estos y me pega a una masa caliente y me aferro como un salvavidas.

La superficie del agua se rompe emergiendo de ella dos siluetas.

Mis pulmones se abren con ardor y puedo respirar pesadamente. Quito el pelo mojado pegado en mi cara que me impide ver. Con una mano echó el pelo hacia atrás y me doy cuenta que sigo aferrada a la masa con la otra.

Estoy frente a él con las respiraciones entrecortadas. Un hombre grande, con el pelo muy corto pero no al rape. Sus ojos son marrones, una nariz recta y la barba de unos días sin afeitar. Todavía me tiene pegada a él sin forma de despegarme, aprisionada con mis muslos en los lados de su cadera.

-Eres una bruja- No lo preguntes, lo has visto. Mierda.

Me asusto, ¿Dónde estoy?, ¿Cómo llegué aquí?. Lo último que recuerdo es volver de la universidad y unos tipos me agarraron.
¿Cuanto tiempo ha pasado?, parece otoño pero yo recuerdo que era verano.

Sabían que era una bruja, alguien me delató.

No es el momento para pensar, ¿Quién es este hombre?

Me intentó zafar de él, pero me agarró más fuerte.

-Suéltame, hace frio estamos en medio de un puto lago.

-No pienses en ningún truco para irte, vamos a hablar.-Me suelta-Nada, iré detrás tuya.-Me sigue de cerca y me consigo sentar a la orilla. Me escurro el pelo y veo salir al hombre.

Se me hace boca agua, medirá 1,80, va solo con un chándal gris sin parte de arriba, dejándome ver la v que tiene ligeramente marcada. No es el momento de esto Alis, no sabemos si es amigo o enemigo.

El corazón de la brujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora