capitulo veintiuno
—¿Listos? —preguntó Harry a los otros dos, con la mano en la manija de la puerta. Asintieron. Abrió la puerta. La habitación siguiente estaba tan oscura que no pudieron ver nada. Pero cuando estuvieron dentro la luz súbitamente inundó el lugar, para revelar un espectáculo asombroso. Estaban en el borde de un enorme tablero de ajedrez, detrás de las
piezas negras, que eran todas tan altas como ellos y construidas en lo que parecía piedra. Frente a ellos, al otro lado de la habitación, estaban las piezas blancas. Harry, Rose, Ron y Hermione se estremecieron: las piezas blancas no tenían rostros.—¿Ahora qué hacemos? —susurró Harry.
—Está claro, ¿no? —dijo Ron—. Tenemos que jugar para cruzar la habitación.
Detrás de las piezas blancas pudieron ver otra puerta.
—¿Cómo? —dijo Hermione con nerviosismo.
—Creo —contestó Ron—, que vamos a tener que ser piezas.
Se acercó a un caballero negro y levantó la mano para tocar el caballo. De inmediato, la piedra cobró vida. El caballo dio una patada en el suelo y el caballero se levantó la visera del casco, para mirar a Ron.
—¿Tenemos que... unirnos a ustedes para poder cruzar? —pregunto Rose.
El caballero negro asintió con la cabeza. Ron se volvió a los otros tres. Rose bufo puesto que el ajedrez mágico no era su fuerte.
—Esto hay que pensarlo... —dijo—. Supongo que tenemos que ocupar el lugar de tres piezas negras.
Rose, Harry y Hermione esperaron en silencio, mientras Ron pensaba. Por fin dijo:
—Bueno, no se ofendan, pero ninguno de ustedes es muy bueno en ajedrez...
—No nos ofendemos —dijo rápidamente Harry—. Simplemente dinos qué tenemos que hacer.
—Bueno, Harry, tú ocupa el lugar de ese alfil y tú, Hermione, ponte ahí, en lugar de esa torre, tu, Rose ponte en la otra torre
—¿Y qué pasa contigo?
—Yo seré un caballo.
Las piezas parecieron haber escuchado porque, ante esas palabras, un caballo, un alfil y una torre dieron la espalda a las piezas blancas y salieron del tablero, dejando libres tres cuadrados que Harry, Rose, Ron y Hermione ocuparon.
—Las blancas siempre juegan primero en el ajedrez —dijo Ron, mirando al otro lado del tablero—. Sí... miren.
Un peón blanco se movió hacia delante.
Ron comenzó a dirigir a las piezas negras. Se movían silenciosamente cuando los mandaba. A Rose le temblaban las rodillas. ¿Y si perdían?—Harry... muévete en diagonal, cuatro casillas a la derecha.
La primera verdadera impresión llegó cuando el otro caballo fue capturado. La reina blanca lo golpeó contra el tablero y lo arrastró hacia
fuera, donde se quedó inmóvil, bocabajo.
ESTÁS LEYENDO
𝗥𝗢𝐒𝐄 𝗜𝐍 𝗛𝗢𝗚𝐖𝗔𝗥𝗧𝐒, Harry Potter [1]
ФанфикA Rose le llega un interesante carta sobre un colegio de "magia y hechicería", su vida da un mágico cambio ( literalmente) y entre misterios, magia, magos tenebrosos, secretos, historias antiguas, amor, aventuras y más, Rose encuentra su verdadero l...