Solo si... [Hanahaki] [XiaoAether] [KazuAether]

20| entonces...

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Kazuha y Aether se encontraban en el cuenta del albino, luego de que Aether se calmara entre los brazos de Kazuha se durmió, el de ojos rojizos al sentir el cuerpo del menor se paralizó, con sus ojos llenos de temor por lo que podría pasar miro hacia el rubio, con cuidado lo movió, sintió un peso salir de sus hombros el ver que solo estaba durmiendo, su respiración tranquila le aseguraba que seguía vivo. Luego de unos minutos en los que Kazuha hablo con los padres de Aether, se despidió junto a un Aether somnoliento a causa del sueño, como pudo logró articular palabras para despedirse de sus padres, Kazuha con una sonrisa se despidió y les aseguro que cuidaría de su hijo, ambos adultos se quedaron con su corazón roto al ver el mediocre estado de su hijo.

La culpabilidad de no haberse percatado del estado del rubio los mataba por dentro, las señales habían sido obvias, el día que volvieron, el rubio se veía demacrado, con sus ojos apagados, esas ojeras bajo sus ojos, su piel pálida y cuerpo débil, era casi imposible no notar como el rubio se tambaleaba al caminar, como siempre despertaba con sus ojos rojos, o aquella vez en la cena el había salido corriendo. Se sentían unos pésimos padres, por no haber visto esas señales obvias, y ahora se enterraban que su hijo en cualquier momento podría morir.

La madre del rubio aquella noche lloro como no lo hacia hace años, no recordaba la última vez que se quedó sin aire al llorar, su esposo trataba de consolarla, sin logró alguna pues el también estaba aguantándose el llanto.

Lumine durante la tarde recibió un regaño de parte de su madre por haber tratado mal a su hermano, ella excusó su mal trato con que se había sentido traicionada, que nadie había pensado en ella, Lumine se quedó muda cuando su madre le contó como Aether se torturaba mentalmente todas las noches por gustar del novio de su hermana, torturándose por sentir que era un mal hermano, la rubia con impresión se encerró en su habitación, por más que lo pensara no lograba empatizar con su hermano, un sentimiento de odio empezaba a crecer en ella.

Por otro lado el padre del rubio le pidió a Xiao que se fuera, necesitaba pensar y estar tranquilos, además de que no creía poder verlo sin recordar el rostro de sufrimiento de su hijo.

[...]

- ¿ya se durmió? - pregunto la albina con algo de sutileza.

- si...aunque durmió todo el camino... El no parece poder descansar aún estando durmiendo - menciono con un mueca triste en su rostro.

- no te pongas triste ya se arreglará todo - menciono Ningguang intentando subirle el ánimo a su hijo. Kazuha sonrió en respuesta.

- ¡Así que ese es el chico! - llegó una Beidou emocionada sorprendiendo a los otros presentes, paso su brazo por detrás de los hombros del albino - ¡es lindo¡ ¡¿verdad?! - un sonrojo cubrió el rostro de Kazuha

- si, ahora cariño por favor no hagas mucho ruido.

- Oh ¡cierto! Ups... - se sentó a un lado de su esposa - es mucho mejor que Scara ¿verdad? - dijo animada.

- Si si, ¿no crees que se ve bien a un lado de Kazu? - ambas mujeres buscaban poner incómodo a su hijo.

- si, harían una muy bonita pareja ¿no crees?

- yo diría que ya lo parecen - un pequeña y suave risa fue emitida por los labios de la albina, miro a su hijo encontrándolo sonrojado hasta las orejas.