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«BATALLA FINAL»

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«BATALLA FINAL»

AUDREY LLEGÓ al campo de ajedrez, a sus ruinas

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AUDREY LLEGÓ al campo de ajedrez, a sus ruinas. Miró a los lados, dando vueltas sobre sus talones, y comenzó a reír ante la ironía de estar allí. Jamás había pisado el país de las maravillas, tal vez porque nunca antes había enloquecido. Ahora, iba a acabar con los dementes que conocía.

Escucho el grito de un pájaro y alzó la cabeza, el pájaro JubJub dió vueltas sobre ellos como un buitre y luego se paró sobre un árbol, Audrey miró sus ojos rojos e inclinó su cabeza de lado. Ese pájaro era inquietante, de lo horrendo que era, de sus ojos que parecían advertir su muerte. Negó para si misma, arrugando su nariz y miró arriba al oír otro rugido.

El suelo comenzó a temblar, logrando poner a la defensiva a los naipes rojos que apuntaron sus armas al frente. Detrás de Audrey que alzó la barbilla.

El rugido del Jabberwocky acompañado del bandersnatch sonó por todo el territorio.

De repente, en un ruido seco, el Jabberwocky aterrizó de golpe en frente, tapándose con sus alas y quedando estatico. Detrás de él, se asomaron los peones de la reina blanca con esta misma, los villanos, los maravillanos y los príncipes.

Una vez todos formados, se bajaron de sus animales y caminaron con sus armaduras puestas hasta estar frente a Audrey, ella reía silenciosamente.

—vaya, vaya... Todos unidos... ¡Contra mi! —se llevó la mano al pecho, carcajeando —¿dónde está la princesa sangrienta?

Antes de decir algo más, el Jabberwocky extendió una de sus alas, alzó la cabeza, extendió la otra y le mostró sus dientes filosos a Audrey. La gran bestia sacaba su lengua de serpiente cada escasos segundos, siseando enojado.

Malaudrey, Malaudrey, Malaudrey... —negó Teo chasqueando la lengua y bajando del dragón, luego le tendió la mano a su prometida que veía fijamente, con sus ojos flameantes, a la nueva villana.

—¿Ya me extrañas, villana de cuarta? —Heart bajó y se acercó.

Desfiló sus caderas, resonando su caminar hasta pararse en medio de Ben y Damián. Audrey resopló, fuerte, mirándola enojada.

𝐑𝐄𝐃 𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐒; 𝔡𝔢𝔰𝔠𝔢𝔫𝔡𝔞𝔫𝔱𝔰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora