15. ¿Somos solo cuestión de tiempo?

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Taylor Swift - Midnight Rain (0:00 - 2:59)

Jazmín.

—¿Y a qué hora piensas regresar, Jazmín Margaret Dawson? Porque este lugar no es un hotel para que puedas llegar a la hora que quieras.

Me giro para mirar a Remy que está de pie en la puerta del apartamento de Colin, con los brazos en jarras.

—Primero, yo no tengo un segundo nombre y si lo tuviera no sería Margaret. Y segundo, tengo mi propio apartamento, no vivo aquí.

Realmente no pensé que tendría para un apartamento después de comprar el edificio para la estación radial, pero aquel lugar prácticamente nos salió de regalo y eso me permitió hacer negocio para un loft que encontré cerca y del cual me enamoré.

Remy parece indignado con mi respuesta.

—La osadía.

—Solo voy a cenar con Drea no a unirme a una secta, y ya debería irme, ella dijo que cocinaría la cena y no quiero llegar tarde.

Eso llama la atención de Lennox que estaba leyendo en el sofá, la veo bajar el libro y sentarse erguida.

—¿Acabas de decir que mi hermana Drea va a cocinar?

—Sí.

—Oh, Jazmín. No, no, no. No puedes comer lo que ella te dé.

Se levanta del sofá, dejando caer el libro en su camino hacia mí y pone sus manos en mis hombros con una mirada sería.

—Escucha, amo a mi hermana y es una cantante muy talentosa, pero una terrible cocinera. Lo digo en serio. Es terrible.

—No creo que sea tan malo.

—No, tienes razón, es peor que eso.

Remy murmura entre dientes que debe ser cosa de familia a excepción de Katie.

—Aunque odio decirlo, Remy tiene razón.

—Espera, ¿qué acabas de decir? ¡Dijiste que tengo razón!

—Sí, Remy —responde Lennox—, pero también lo tiene un reloj dañado dos veces al día. Así que no hagas tanto escándalo.

A veces pienso que disfrutan el pelearse entre ellos.

—Rezaré por ti, aunque vas a necesitar más que una oración.

Veo a Remy asentir de acuerdo con Lennox.

—Te apostamos cien dólares a qué terminas con una intoxicación alimenticia —me dice Remy.

Veo a Len sonreír y decir que, si sucede antes de las ocho, será doble.

—¿Aceptas? —me pregunta ella.

Los miro mitad indignada y mitad ofendida.

—Acepto.

Termino de tomar mis cosas y me dirijo hacia la puerta para ir al Pent-house de Drea.

Llego al último piso y las puertas se abren directamente en el pent-house de Drea, es un ascensor diferente al que tomé la primera vez que vine aquí. Ahora, ella me ha dado pase libre para que pueda venir cuando quiera.

El lugar es hermoso, todo blanco y moderno, con toques de negro y lleno de cuadros de diferentes artistas, pero con una temática similar. También hay plantas esparcidas por varias áreas que alegran un poco el lugar.

Al sentir mi presencia, Drea se da vuelta con una espátula en una mano y algo parecido a queso en la otra.

—Jaz, llegas justo a tiempo. Ven aquí.

What if... in the collision?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora