2; sonrisa

614 78 7
                                    

—¡Anda, Ace! ¿Ya habías venido a casa tu solo? No me di cuenta. —dijo el rubio entrando a la casa del árbol donde habitaban los tres con una sonrisa nerviosa.

—¡Anda, Ace! No sabía que Roger era tu padre. —comentó Luffy entrando de la misma manera que su hermano mayor, el cual ya estaba preparando un gran regaño para el pequeño azabache.

—¡Luffy! ¡Serás Subnormal...! ¡Mira que te lo dije varias veces! —comenzó mientras lo sacudía por los hombros.

Sabo regañaba a Luffy, pero Ace no prestaba atención. Solo miraba al horizonte con pesar.
—Luffy. —interrumpió.

—¡Dime! —sonrió.

—¿Quién te ha dicho eso?

—¡Sabo! —le respondió aun con su sonrisa presente. —Ne, Ace, ¿qué clase de persona era Roger?

—¡¡Cállate, BAKA!! —Sabo le detuvo mientras lo reprendía. —¡¡No hables de ese hombre!! —Ace ya se había levantado, y se acercaba a ambos con un aura que daba miedo.
—¡¡Suéltame, Sabo!! ¡Quiero saberlo!
—¡¿No te dije que actuaras con normalidad?!

El pecoso los golpeó a ambos en la cabeza mientras estos dejaban de discutir. —No quiero volver a oír ese nombre. —demandó con voz autoritaria mientras a los receptores les crecía un gran chichón* en el lugar del golpe.

Miraba a todos con el entrecejo fruncido, quería matarlos, hacerles ver que no era un debilucho como ellos creían y para ello necesitaba matar al capitán que ellos consideraban padre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Miraba a todos con el entrecejo fruncido, quería matarlos, hacerles ver que no era un debilucho como ellos creían y para ello necesitaba matar al capitán que ellos consideraban padre.

Que ilusos.

—¡Oe, Ace! —escuchó su nombre ser llamado por alguno de esos idiotas y dirigió su mirada al tipo de cabello castaño que se dirigía hacia él. Arrugó la nariz al sentir el oloroso perfume del contrario y le dedicó una mirada fría. —¿Por qué tan enojado? Desde hace rato estás viendo a todos con cara de que vas a cometer un asesinato. —el hombre rio un poco y luego paró abruptamente. —Bueno, a Oyaji, probablemente. 

dijo Thatch para después cambiar de tema sobre cuál era el mejor producto para tener un cabello brillante y sedoso como el de él. Ace ni atención le prestaba, y estaba seguro de que en cualquier momento lo lanzaría por la borda. Llegó un momento en el que se distrajo viendo el mar, recordando su niñez junto a sus hermanos.

Un fénix de flamas azules con algo de dorado aterrizó justo frente a él, robándole toda la atención. Nunca había visto uno similar. Se alejó del hombre que aún seguía hablando para en cambio acercarse a la criatura, claro, con un poco, solo un poquito de prevención; El fénix también se acercaba, hasta que quedaron en frente. Ace extendió su mano para acariciar su cabeza, esperando no quemarse en el proceso, pero no lo hizo. Sonrió antes de oír a Thatch chillar. Volteó su cabeza al cocinero.

—¡¿Me dejaste hablando solo para irte con Marco?! Auch. —decía mientras ponía la mano en su pecho como muestra de lo indignado que estaba.

El fénix rodó los ojos, interesándole poco lo que acababa de decir el hombre.

Ace, por otro lado, estaba confundido. 

¿Como que la cabeza de piña era ese fénix?

—¡¿Marco?! —esta vez el que chilló fue el azabache, el cual se estaba alejando del supuesto fénix. Había acariciado y sonreído a ese fénix, no podían simplemente decirle que era uno de los comandantes.

El comandante de la primera división regresó a su forma original.

—disfrutas robándote la atención de los demás, ¿no? —Thatch le miró con los ojos entrecerrados y una mirada acusadora. Marco, por su parte, solo se encogió de hombros mientras se daba la vuelta para irse, pero, antes de desaparecer por completo de la vista de ambos hombres, se detuvo y miró al pecoso.

—deberías sonreír más seguido yoi —aconsejó con una sonrisa en el rostro que provocó un ligero rubor que hicieron resaltar las pecas de Ace.

cursed blood | maraceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora